Por Alejandra Pautasso
Es sabido que el fútbol de élite conlleva para el jugador enormes exigencias no sólo físicas sino también psicológicas y emocionales. En la actualidad son varios los clubes que recurren a terapias holísticas para mejorar el rendimiento de su equipo, entre ellas, el yoga. Emiliano “el Dibu” Martínez, arquero de la Selección campeona de la Copa Mundial 2022, es uno de los deportistas que recurrió a esta práctica de raíces orientales, que abrazó tras su paso por el Arsenal.
«Yoga es la clave para mantener tu cuerpo fuerte», posteó hace un tiempo en sus redes sociales el jugador revelación del equipo de Leonel Scaloni. El propio Pepé Santoro, entrenador de arqueros que lo descubrió y lo llevó de muy joven a Independiente de Avellaneda, contó recientemente que “Dibu” practicaba yoga y que eso se podía advertir en la concentración y el estado meditativo que parece lograr durante los partidos.
“Desde la psicología deportiva creo que es oportuna la práctica del yoga para optimizar el rendimiento del deportista pero también para optimizar la calidad de la experiencia deportiva que el atleta tiene a lo largo de su trayecto”, dijo a Aire Digital César Bernhardt, licenciado en Psicología, directivo de Rindo Consultora, especialista en psicología deportiva y consultoría empresarial.
La increíble atajada del Dibu Martínez: concentración, reacción en milisegundos y fuerte capacidad de elongación.
Pensar, sentir, actuar
Explica que existen tres grandes dimensiones que, fusionadas, harán del deportista un sujeto en su nivel más holístico: pensar, sentir y actuar. “Desde la dimensión del pensar podemos nombrar tres aspectos en los que el yoga ayuda muchísimo a la fortaleza mental del deportista: el foco cognitivo en el momento presente y en el lugar actual, un segundo asunto es el no pensamiento catastrófico (el atajar o no un penal no es motivo para pensar que soy pésimo deportista o un héroe) y una tercera cuestión tiene que ver con el no pensamiento polarizado, que es cuando el atleta piensa en términos de ‘todo o nada’: hice todo bien, hice todo mal, soy un héroe, soy un villano, el equipo gana solamente por mi actuación, el equipo pierde absolutamente por mi culpa”, detalla. Bernhardt es psicólogo de Patricio Garino (integrante de la Selección argentina de básquet), de “Yas” Nizetich (Selección femenina de vóley), ambos clasificados para Tokio 2021, y Jenifer Dahlgren (atleta lanzadora de martillo con varios Juegos Olímpicos en su haber). Asegura que, en el plano del sentir, el yoga facilita mucho la regulación emocional, porque –sostiene- “no hay nada más importante que el ánimo”, y esto apunta a la gestión del estrés, de las ansiedades, los temores, las incertidumbres y las frustraciones. “Lo que se busca es que la experiencia deportiva sea disfrutable y agradable para el atleta”, explicó.
En cuanto a la última dimensión, la del actuar, considera que el yoga ayuda al deportista a tener conciencia corporal, a ser plenamente consciente de lo que cuerpo dice, de lo que nuestro cuerpo nos habilita o lo que nos limita. “La relajación en exceso a nivel muscular y la tensión en exceso a nivel muscular siempre desembocan en un rendimiento deportivo defectuoso. Si estoy demasiado relajado o demasiado tenso no puedo mostrar mi mejor versión dentro de la cancha”, apuntó.
La oxigenación óptima es otro aspecto importante del yoga, que se refleja a través de las diferentes técnicas de respiración. Según Bernhardt, la oxigenación le permite al deportista hacer pleno uso de su aparato cognitivo, anímico y muscular. “El yoga hace al atleta un soberano de lo que puede o no puede ejecutar. Un deportista que es plenamente soberano en una cancha, una pista o una piscina es un deportista que sabe perfectamente cuál es la esfera de su posibilidad de actuación y cuál no. Esto le permite configurar sus actuaciones deportivas dentro de un marco real y no dentro de un marco imaginario”, expresó el profesional.
Fuente: AiredeSantaFe