El Bhagavad Gita, con sus más de 2500 años, es quizá el texto sagrado más apreciado en la India. Junto a la Biblia cristiana era uno de los dos textos de cabecera de Mahatma Gandhi. Como parte de la epopeya conocida como el Mahabharata, el Gita contiene el mensaje de la Divinidad para la Humanidad, en su forma del Avatar Krishna. De acuerdo a la tradición india, cada vez que la Humanidad está en peligro Dios se encarna con forma humana como un Avatar para restablecer la rectitud, el amor y la verdad.
Conocé acá algunas de las frases más bellas del Bhagavad Gita:
Frases de Krishna sobre la Meditación (Bhagavad Gita, capítulo 6):
Quien, reconociendo la unidad universal del Ser, ve con imparcialidad la misma esencia en todos los seres, solidarizándose con ellos tanto en lo placentero como en lo doloroso; en verdad, éste es el más grande de los yoguis.
El yogui reconoce en su corazón que su esencia es común a la de todas las criaturas, y que la vida que mora en todas las criaturas habita también en su corazón.
Ésta es la consciencia en la que vive el Yogui iluminado: una visión de total unidad.
Aquél que halla su felicidad en la visión interior del Conocimiento, tiene sujetos sus sentidos y gozoso el corazón, debido a la experiencia de su propia vida interior. Sólo entonces puede reconocérsele como un Yogui en armonía. Una vez alcanzado este estado, para él, el oro no tiene más valor que las piedras de la tierra.
La mente es fiel amiga del hombre, sólo cuando ha sido conquistada por el Espíritu.
Para un hombre carente de voluntad que aún no ha conquistado su mente, ésta puede convertirse en su propio enemigo.
Frases de Krishna sobre la paz interior, tomadas del capítulo 2 del Bhagavad Gita:
55. Cuando un hombre se libera de todos los deseos que anidaban en su corazón, y por
la gracia de Dios encuentra la dicha divina, entonces su alma descansa definitiva-
mente en paz.
56. El que no es perturbado por las penas ni anhela las alegrías, ya desapegado de los
placeres y estando más allá de la pasión: éste es un sabio de mente equilibrada.
57. Quien no se regocija en la fortuna y los bienes, ni se apena en el infortunio o la en-
fermedad; aquél que donde quiera que esté está libre de ataduras, sin duda posee
suprema sabiduría.
62. El apego surge del deleite en los placeres de los sentidos; del apego surge el deseo y
del deseo, la lujuria y el ansia de posesión; y esto conduce a la pasión y a la ira.
63. La pasión turba a la mente y merma la memoria, haciéndonos olvidar nuestro deber.
Esto acarrea la insensatez, y la insensatez lleva al hombre a la destrucción.
64. Pero el alma que a pesar de estar en el mundo de los sentidos, mantiene sus sentidos
bajo control está libre de apego y descansa serena
65. En esta paz mental, toda tristeza o sufrimiento desaparecen, pues esa paz es sabidu-
ría y en ella el corazón encuentra sosiego.
66. Un hombre sin disciplina, jamás obtendrá sabiduría, ni tampoco contemplación. Sin
contemplación no puede haber paz, y sin paz, ¿cómo puede haber gozo?
67. Pues cuando la mente vaga tras los placeres de los sentidos, la pasión perturba su
sabiduría, igual que el viento empuja un cascarón sobre las aguas.
68. El hombre que aparta sus sentidos de los placeres externos obtiene serena sabiduría.
69. Cuando es noche para los demás seres, el hombre disciplinado despierta a la Luz. Y
lo que es día para los demás seres, para el sabio que puede ver, es noche.
70. Al igual que todas las aguas fluyen hacia el océano, y no por eso el océano se des-
borda, el sabio, aunque le surjan deseos, permanece en unidad inquebrantable con
su paz interior.
71. El hombre que abandona el orgullo de la posesión, libre del sentimiento del “yo” y
de “lo mío”, alcanza la paz suprema.
72. Este es, oh Arjuna, el hombre que descansa en Brahman. Al reconocerle desaparece
toda ilusión. Aunque esto ocurriese en el último momento de la vida de un hombre
sobre esta tierra, éste puede alcanzar el Nirvana Supremo: este hombre encontrará
paz en la unión con Dios.