El romero se ha utilizado durante siglos tanto en la gastronomía como en la medicina tradicional de diversas culturas.
Numerosos estudios respaldan las propiedades del romero. Entre sus componentes nutritivos se destacan el hierro, el calcio y la vitamina B-6, esenciales para mantener el organismo en óptimas condiciones. Además, se le atribuyen efectos antioxidantes y antiinflamatorios, que pueden favorecer la salud cardiovascular y digestiva.
El té de romero se destaca por sus propiedades digestivas, aliviando problemas como acidez y exceso de gases. Además, su efecto diurético facilita la eliminación de toxinas, útil para quienes sufren retención de líquidos. También contribuye al buen funcionamiento del hígado y disminuye dolores de cabeza asociados al consumo excesivo de grasas o alcohol.
El té de romero puede reducir los niveles de glucosa en sangre e incrementar la producción de insulina cuando se acompaña de una dieta adecuada, beneficiando a personas con diabetes. Para problemas circulatorios, mejora la circulación sanguínea y previene la formación de trombos.
La infusión de romero también es reconocida por sus efectos positivos en la salud mental. Esta ayuda a evitar el cansancio mental, especialmente en situaciones de estrés, como después de exámenes o reuniones de trabajo. Además, tiene efectos clínicos significativos en el estado de ánimo, la memoria, la ansiedad, el dolor y el sueño.
Una práctica común es añadir unas gotas de limón a la infusión. El limón, rico en vitamina C, aporta a la dieta un potente antioxidante que fortalece el sistema inmunológico.
El limón protege las células del daño, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y ciertos tipos de cáncer, fortalece el sistema inmunológico, facilita la cicatrización de heridas y mejora la absorción de hierro. Contiene flavonoides con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
En general, los antioxidantes del limón combaten los radicales libres, moléculas dañinas que pueden causar enfermedades. Su consumo regular es una medida preventiva contra varios problemas de salud. Las infusiones de limón y romero son una forma sencilla y natural de mejorar la salud diaria.
El consumo de té de romero durante diez días ha demostrado mejorar los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), un elemento clave para el crecimiento y supervivencia de las células nerviosas, según un reciente estudio publicado por la Revista de la Asociación Estadounidense de Nutrición. Este aumento en el BDNF está directamente relacionado con mejoras en la memoria y la capacidad cognitiva.
El compuesto apigenina presente en el romero parece ser el responsable de estos beneficios, facilitando la comunicación entre las neuronas y promueve la formación de nuevas conexiones sinápticas. Diversas investigaciones respaldan el impacto positivo de la apigenina sobre la salud cerebral, lo que sugiere su potencial en la mejora de la memoria a corto y largo plazo.
Modo de preparación
Esta receta utiliza 2 cucharaditas de hojas de romero finamente picadas y 1/2 cucharadita de ralladura de limón.
Estos ingredientes se dejan reposar en una taza de agua caliente por 15 minutos.
El resultado es una bebida que puede endulzarse al gusto del consumidor antes de ser ingerida.
Diversos expertos recomiendan no exceder el consumo de esta infusión a un máximo de tres tazas al día.