Los misterios del cielo
El cielo resguarda tantos secretos como estrellas sobre el firmamento. De estos múltiples secretos destaca uno que, por su belleza y rareza, resalta de los demás. Desde sus primeros avistamientos, los cometas han sido motivo de incertidumbre para los seres humanos.
Son pocos aquellos que no consideran a los cometas como símbolos de cataclismos, suerte, fortuna, o como señales de buenos augurios. Sus alargadas melenas asemejan a luminosos leones corriendo sobre la oscuridad de la noche. Su presencia alimenta la curiosidad de cualquier testigo.
A partir de su observación, los astrólogos han demostrado que su trayectoria es elíptica alrededor del Sol, al igual que los planetas. Se cree que la bodega de estos magníficos cuerpos de luz se encuentra a cien mil años-luz de nuestro Apolo.
El Neowise nos visita
Descubierto a finales de marzo por un telescopio espacial, el cometa conocido como Neowise es el primero en ser visible desde la Tierra este año 2020.
Oficialmente llamado C/2020 F3, se trata del tercero descubierto en 2020 y el más brillante en los últimos siete, según el cosmonauta ruso Ivan Vagner, que lo vio desde la Estación Espacial Internacional.
Pese a que el C/2020 F3 se encuentra a una distancia 400 veces más lejos que la luna, podrá ser visto sin tener que recurrir a binoculares o telescopios.
En su viaje por el espacio, el Neowise llegará a su punto más cercano a la tierra el próximo 23 de julio. Entonces, estará a unos 103 millones de kilómetros de distancia. Esa distancia es 400 veces mayor a la que separa la Tierra de la Luna. Aún así será posible verlo sin necesidad de utilizar telescopios ni binoculares.
El C/2020 F3 fue captado por un telescopio de la NASA el pasado 27 de marzo. «Se iluminó cuando alcanzó su punto más cercano al Sol, dentro de la órbita de Mercurio”, explicó la NASA al dar cuenta de su descubrimiento.
Desde la Estación Espacial Internacional el cosmonauta ruso Ivan Viktorovitch Vagner logró luego fotografiarlo. A simple vista se lo podrá ver durante casi todo este mes en el hemisferio norte. Al cabo de julio el cometa se desplazará por el cielo hacia el oeste.
¿Cuándo podremos verlo?
Para verlo habrá que observar hacia el noroeste poco antes del amanecer o después del atardecer. Para observarlo se recomienda estar en un lugar con buena visibilidad y con baja contaminación lumínica.
En las latitudes ecuatoriales habrá que esperar hasta mediados de mes para poder verlo. En el hemisferio sur recién se verá a fin de mes.
A lo largo de julio, el Neowise se estará moviendo por el cielo hacia el oeste y a mediados de este mes será visible durante toda la noche, pero siempre en una zona baja en el horizonte.
En el hemisferio norte, el cometa podrá apreciarse si se mira hacia el noroeste justo antes del amanecer y después del atardecer durante la mayor parte del mes de julio.
Pese a que el cometa será observable a simple vista, se recomienda contar con un horizonte despejado de construcciones y objetos, además de baja contaminación lumínica, para poder verlo con mayor claridad.
El fenómeno podrá ser visto a partir del 17 de julio en latitudes ecuatoriales, pero aquellos que viven en el hemisferio sur tendrán que esperarse hasta los últimos días del mes para verlo.
Actualmente el cometa se encuentra en la constelación de Auriga y en los próximos días atravesará las constelaciones de Lynx y la OSa Mayor, pasando por debajo del grupo de estrellas conocidas como «El carro» o «La ballena».
A simple vista se lo podrá ver durante casi todo este mes en el hemisferio norte. Al cabo de julio el cometa se desplazará por el cielo hacia el oeste.
Pero luego se perderá de vista difuminándose en lo más profundo del Sistema Solar.
¿Qué es un cometa?
Un cometa es un cuerpo celeste sólido y recubierto por material orgánico en reposo, como agua, metano, amoníaco o hielo seco, que se subliman ante la energía solar, es decir, pasan del estado sólido al gaseoso, sin pasar por el estado líquido.
La palabra cometa viene del latín comēta, que significa “cabellera”, haciendo alusión a la estela o cola característica que se genera en este cuerpo celeste cuando se aproxima al Sol.
La trayectoria de un cometa puede ser elíptica, parabólica o hiperbólica, y la gran mayoría de los cometas hacen recorridos de forma periódica.
Cuando un cometa atraviesa la atmósfera terrestre, se descompone en múltiples fragmentos, originando una lluvia de estrellas.
Steiner: la espiritualidad del universo y los cometas
Rudolf Steiner (25 de febrero de 1861– 30 de marzo de 1925) fundador de la Antroposofía, fue un erudito filosófico-literario, educador, artista, autor teatral y pensador social; que contribuyo con los importantes movimientos renovadores como la pedagogía Waldorf, la Agricultura Biodinámica, la Medicina (como ampliacion del arte de curar), una nueva vision de la Farmacología, El nuevo arte de la Euritmia, la Pedagogía Curativa, la Arquitectura organica, etc,.
El Dr. Steiner, quiso conducir lo espiritual en el hombre a lo espiritual en el universo. Su abordaje epistemológico (derivado de J.W. Goethe), nos permite acercarnos a la esencia del hombre y del mundo, describiendo la actividad de las jerarquías celestes, la historia de la evolución de la Tierra, la encarnación del Gran Ser Solar en Cristo, el mecanismo de la reencarnación, entre otros muchos aspectos.
Abordó temas astronómicos concretos como el estudio de la composición de los cometas, siendo el primero en afirmar que los cometas contienen cianógeno y que estarían compuestos de agua y hielo, lo cual comprobó la ciencia convencional años más tarde.
Steiner nos revela, que los cometas introducen en nuestro sistema solar las “Leyes del antiguo período Lunar” que todavía actúan en nuestro sistema ambiente.
Según Steiner, la ciencia espiritual no puede dudar que detrás de toda la realidad sensible (material), reside un elemento espiritual, así que, desde este punto de vista además de lo substancial hay una realidad en la acción etérica en nuestro estado terrestre.
Los cometas, ¿anuncian revoluciones, cambios en la sociedad? ¿Tendrá algo que ver con la «nueva normalidad?
Cuando habló del cometa Halley (que pasa a cada 76 años), dijo que es la expresión exterior de un nuevo impulso hacia el materialismo. Esto podrá parecer una superstición para el hombre común o el auto denominado «científico»; sin embargo, la aparición en 1835 del Halley, fue seguida del inicio de la revolución industrial en la segunda mitad del siglo XIX, así como la aparición del cometa en 1758, fue seguida de la inmersión en el racionalismo de los enciclopedistas franceses.
Coincidencia o no, en el último paso del cometa Halley en el año 1986, cuando tuvimos la oportunidad de observarlo, contemporáneamente, vivimos también, la desintegración del sistema socialista y el crecimiento la hegemonía norteamericana, el desarrollo de las grandes alianzas y pactos comerciales como los Tratado de Libre Comercio, que terminaron ahondamiento en el neoliberalismo generalizado, con las consecuencias de la debacle económica actual. En 1986, el mundo sufrió el peor accidente nuclear de su historia Chernobyl ( y según mi Prof. G. Schmitd «la mayor agresión al cuerpo etérico de la tierra en su historia»), vimos el aumento del terrorismo, las guerras civiles y los conflictos regionales como los de los antiguos territorios yugoslavos, Chechenia, Afganistán, Irak y Palestina-Israel, entre otros.
El cometa Halley volverá a pasar en el año 2062.
El Karma del Universo
Agrega Steiner que ciertas cosas no pueden ocurrir en la Tierra, sino porque sus causas fueron puestas en movimiento anteriormente. Podemos interpretar esto como hechos Kármicos que sobrepasan los límites de la Tierra y se convierten en Karma del Universo.
La Ley del Karma, la Ley de la causa–efecto son resultado del encuentro de las corrientes Karmicas de los individuos, la humanidad, la Tierra y el Universo, que se combinan; y la vida no podrá ser comprendida si en cada uno de esos puntos no se desenrede en una acción simultánea de esas corrientes, haciendo que la experiencia sea verdaderamente trascendente.
Los cometas en la historia
En China y en el Japón se refieren a ellos como “estrellas-escoba”.
En la antigua Babilonia, los cometas eran considerados como signos de buen o mal augurio. Se creía que la presencia de un cometa traería la lluvia. Si éste desaparecía por el Sur, la cosecha de sésamo sería buena, y si subía por el Norte el trigo no crecería.
“Levantando los ojos, David vio al ángel de Dios que se sostenía entre el cielo y la tierra con espada en mano y tendida sobre Jerusalén.” Este pequeño fragmento de la Biblia hace referencia al conocido cometa descubierto por Edmundo Halley, cuando pasó en una ocasión por el año 1005 antes de Cristo. Se cree también que la Estrella de Belén no era más que un cometa que cumplía con su trayectoria determinada. Otros momentos bíblicos como el diluvio o el paso del pueblo hebreo a través del Mar Rojo, son explicados a través de la presencia de estos seres.
Entre los millones y millones de estrellas que se encienden cada vez que el Sol se aleja, es difícil distinguir, sin la ayuda de un telescopio, la presencia de un cometa. Se sabe hasta ahora que su presencia es periódica. Personajes como Séneca exponían que sería útil obtener un catálogo de cada cometa existente sobre la faz del Universo para conocer sus trayectorias y, por tanto, las fechas cercanas a sus apariciones.
En el año 373 antes de Cristo, un terremoto que a su vez se convirtió en tsunami, devastó hasta la desaparición las ciudades de Hélice y Bura, al norte del Peloponeso. Este desastre se acreditó a los cometas debido a la idea aristotélica de pensar que anunciaban vientos y sequías.
Los cometas se han asociado también a la muerte de múltiples personajes históricos. En el año 43 antes de Cristo, un brillante cometa apareció sobre la ciudad de Roma. El paso del astro coincidió con la muerte de Julio César. Los romanos creyeron que los cometas representaban el alma del César que había sido acogida por el cielo.
La presencia de cometas ha explicado muertes de otros personajes como Atila, el último gran caudillo del ejército huno y Mahoma, profeta fundador del Islam.
El conocimiento actual sobre los cometas es más preciso, pero no por ello deja de atribuirse ciertos rasgos de irracionalidad. En el siglo pasado, el 4 de febrero de 1910, en Francia, una lluvia de estrellas se combinó con la presencia de un cometa al caer la tarde. La población aseguraba que dichos proyectiles eran del tamaño de un melón y que incluso, algunos habían sido recogidos. A este cometa se le hizo culpable de la terrible inundación de París en 1910.
En nuestros días, los cometas son descritos como cuerpos celestes constituidos principalmente por Hielo, y dan vueltas alrededor del Sol siguiendo diferentes trayectorias elípticas, parabólicas o hiperbólicas. Los cometas forman parte del Universo como hermanas mayores de las estrellas. La astronomía actual le ha dado un significado cuadrado y aburrido al sentido de los cometas, pero con un poco de creatividad podemos entender su presencia como mejor se nos ocurra y convenga.
Así pues queda por decir, en términos meramente románticos, que si la magia existe podría brindarnos el poder de habitar un cometa para conseguir viajar a través de los múltiples e inexplorados lugares que se esconden entre las estrellas.
Fuentes: BBC, terrahabilisbiodinamica.blogspot.com y culturacolectiva.com