Te regalo lo que se te antoje – 4 Pasos para activar la Ley de Atracción, por Conny Mendez

1- Escribe en un papel, y en orden de importancia para ti todas las cosas que deseas y sin temor a pedir demasiado, pues la fuerza que te voy a dar a conocer no sabe de límites.
2- Lee tu lista al despertarte y antes de dormir.
3- Piensa a menudo en tus deseos. Goza imaginándolos y siempre que los recuerdes di: <<Gracias, Padre, que ya haz dado la orden de que me sean conferidos>>
4- No le cuentes a nadie lo que estás haciendo. Esto es muy importante porque si lo comentas con alguien se disipa toda la fuerza y no verás realizados tus deseos. Eso es todo.
Ahora…
Para mayor satisfacción tuya, se espléndido contigo mismo. No digas en tu lista que deseas una casita <<aunque sea chiquita>>. Pídela del tamaño que te convenga y te agrade plenamente. Si es dinero, menciona la suma; si es trabajo, menciona qué clase, el sueldo a que aspiras, las condiciones y la localidad más conveniente para ti.
En tu primera lista pon cosas sencillas, para que te vayas acostumbrando tú mismo a ver caer y ocurrir maravillas, pues como jamás has hecho esto, no vas a creer que sea posible, y te advierto que esta duda te puede costar el que no veas lo que has pedido. Es natural que te vengan dudas y desconfianza porque la idea es muy nueva para ti. Pero cuando sientas escepticismo, pesimismo, saca tu lista, reléela y da las gracias de nuevo. El dar las gracias por lo que aún no se ha visto, es la forma más positiva de manifestar la fe. (…)
¡Ah…! te va a sorprender que cada vez que leas tu lista, primero vas a tener que tachar algunos puntos porque ya se te habrán realizado. Entonces tendrás que hacerlo de nuevo, poniendo otros puntos en los lugares más importantes. No te preocupes. Es natural. A todo el mundo le ocurre. Lo que sucede es que tu <<Yo Superior>> te va indicando que muchos de estos deseos están ya al alcance de tu mano, mientras que hay otros que no lo están tanto.
¡Ah! no te pongas a hurgar respecto de la manera de cómo se te van a dar, porque esto es contraproducente. La Gran Fuerza Espiritual está más allá de tu comprensión humana. Acepta lo que te da con gratitud, no la interrumpas ni la cohíbas, y sobre todo no se te ocurra pensar, decir o exclamar cuando veas tus deseos realizados:<< ¡¿Cómo va a ser?! ¡Esto no parece posible! ¡Si lo que parece es que todo esto se iba a realizar de todas maneras! ¡NADA DE ESO! Lo que pasa es que La Gran Fuerza Espiritual (cuyo nombre verdadero, entre paréntesis,es <<La Ley de Precipitación>>) Es completamente impersonal y coloca sus dones en los lugares más armoniosos, más naturales, aprovechando los canales ya establecidos en tu propia vida. A ella no le interesa el exhibicionismo ni la sorpresa. Sólo cumple con su cometido de darte lo que tu pidas, donde mejor convenga.”
Conny Mendez, Metafísica 4 en 1 – Vol.1

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