6 Consejos para ser Felices del Maestro Tibetano Tilopa

Tilopa fue un gran Maestro Tibetano que llevó sus enseñanzas desde la India hasta el Tíbet y el Extremo Oriente. Aconsejado por una maestra (dakini), inició gradualmente su vida como monje, tomó los votos  y se convirtió en un erudito académico. Compartimos aquí sus seis principales consejos dedicados a su discípulo Naropa que resumen la esencia del Despertar Espiritual.

 

Hoy podemos tomar esta enseñanza y ponerla en práctica en nuestros días, a cada paso, con atención plena y conciencia para mejorar nuestro camino.

1. No recuerdes. Deja ir lo que ya pasó
Cuando permanecemos atrapados en el pasado habitamos una visión ilusoria, permanecemos en aquello que ya no es real, y formamos un relato, quitando y agregando matices a través de nuestros pensamientos. El pasado es una guía, eliminemos aquellos relatos innecesarios que nos colocan en una espiral desquiciada.
2. No imagines. Deja ir lo que puede venir
Vivir en pendientes del futuro le abre las puertas a la ansiedad y comenzamos a generar expectativas, que se transforman sufrimiento al ver que no pueden ser cumplidas tal como queremos. Además, las expectativas también nos atrapan ya que nunca lo que alcanzamos resulta suficiente y somos impulsados por otra espiral: la del deseo. Debemos aprender a idear nuestro futuro a partir de posibles tendencias, sin apego a los resultados.
3. No pienses. Deja ir lo que sucede ahora
Debemos aprender a observar el presente sin generar juicios ni colocarle rótulos a aquello que percibimos con los sentidos. Por ejemplo, si vemos una mariposa, la mente tiende a asociar la palabra con  los recuerdos y categorías que ha almacenado sobre esa circunstancia. Cuando veamos la mariposa observemos la mente y controlemos esa descarga desenfrenada de información que a su vez provoca emociones para lograr una percepción pura y desnuda de juicios y categorías acerca de la realidad.
4. No examines. No trates de interpretar nada
Las interpretaciones y los juicios construyen nuestra visión de la realidad y comenzamos a mirar el presente a la luz de los ojos del pasado, de lo ya conocido, de lo seguro. A la mente le encanta transitar lugares seguros para no perder el control. Cuando realizamos una interpretación activamos la proyección de nuestras creencias, prejuicios y paradigmas. Observemos con atención esas categorías que limitan nuestra percepción y mantengamos el espíritu abierto a nuevas sensaciones.
5 No controles. No trates de hacer que algo suceda
La mente intenta controlar y mantenernos en los carriles transitados. Cuando perdemos el control sobre una situación, solemos sentir frustración, ira, angustia: venenos que oscurecen la percepción de la realidad. Aquello que sucede conviene para el camino de nuestros aprendizajes. Si soltamos el control y aprendemos a fluir con el natural curso de la vida, con la mente en estado contemplativo, sin involucrarnos con el personaje, podremos canalizar grandes enseñanzas que se hallan detrás de las circunstancias. No quedemos atrapados en el personaje que juzga, controla y obtura la libertad y el fluir de las cosas.
6. Descansa y relájate ahora
Una vez que la mente se ha ejercitado en el sendero para dejar de lado expectativas, pensamientos y ansiedades, podremos abrazar la calma que se encuentra tras la práctica. Fluyamos con el curso de las aguas en vez de intentar forzarlo.  Aprendamos a entregarnos, a confiar, de forma consciente. El camino surge a medida que lo transitamos y cada circunstacia resulta necesaria para nuestra evolución. Descansemos y dejemos que las experiencias nos enriquezcan para poder convivir empáticamente con los demás sin juicios, sin control, con el espíritu abierto a la sabiduría que el alma tiene para mostrarnos.

Si ves el vacío cuando contemplas el espacio

si con la mente observas la mente,

destruyes las distinciones

y alcanzas el estado de Buda.

Naropa

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