A medida que trituras el sándalo, más pasta de ese material se obtiene.
A medida que más estrujas la caña de azúcar,
se obtiene mayor cantidad del dulce jugo;
Si el oro se calienta más y más, llega ser más puro y brilla con mucho resplandor.
De igual manera, las buenas cualidades de una persona noble,
florecen más y más a medida que pasa por las vicisitudes de la vida.
(Poema en Sánscrito)
¡Encarnaciones del amor divino!
Las dificultades de la vida no causan daño alguno a una persona que sigue una vida noble. A pesar de eso, siempre permanece en paz contemplando a Dios constantemente.
En Bharat, la relación entre la madre y el niño ha sido considerada altamente sagrada y de gran néctar desde tiempos inmemoriales.
La Divinidad de Rama floreció bajo el cuidado amoroso de Kausalya.
Debido a los sentimientos tiernos y a la austeridad de Sita, Lava y Kusha,
ellas lograron nombre y fama.
Criado con el amor de su madre Putlibai, Gandhi llegó a ser un Mahatma;
el cuidado amoroso de Jijabai hicieron de Sivaji un gran guerrero
(Verso Télugu)
Ustedes no pueden esperar mangos dulces cuando sólo siembran semillas de Nim. Si desean mangos, deben sembrar semillas de mango. La tierra es una, pero las semillas son diferentes. Deben sembrar lo que deseen cosechar. El vientre de la madre es como la tierra. Los hijos serán buenos o malos, dependiendo de los pensamientos de los padres. Janthunma Narajanma Durlabham (de todos los seres vivos, la vida humana es la más rara de todas). Constituye una gran fortuna haber nacido humano. Habiendo sido bendecido con un nacimiento humano, el hombre debe desarrollar pensamientos nobles y experimentar la bienaventuranza interior. Solamente así podrá ser llamado un verdadero afortunado.
Putlibai, la madre de Mahatma Gandhi, solía hacer votos de ayuno a menos que el pájaro cucú cantara. Un día, sucedió que el pájaro no se oyó. Gandhi, quien era un pequeño niño, no podía soportar ver a su madre ayunando por mucho tiempo. Debido al amor a su madre, se fue detrás de la casa e imitó el canto del cucú, luego, fue hacia adentro y le dijo a su madre, que ya podría comer, porque seguro ella misma había oído el canto del cucú. La intención detrás de este acto, era sin duda, buena, sin embargo, Putlibai se sintió muy triste porque sabía que su hijo estaba mintiendo. Con lágrimas en los ojos, ella se lamentaba y exclamaba: «Qué pecado he cometido para haber tenido un niño que sea mentiroso!» Diciendo eso, lo tomó y lo reprimió. Gandhi juró que a partir de ese momento, no diría jamás una mentira. Por órdenes de su madre, se adhirió siempre a la verdad hasta el final de su vida, hasta que obtuvo muy buena reputación.
Putlibai tenía una persona, de nombre Rambha, que le ayudaba en su casa. Como dice el dicho, «Yatha Raja Thatha Praja» (así como es el maestro, así serán sus discípulos). Ella era de un corazón puro como Putlibai. Un día, Gandhi vino corriendo hasta ella y le dijo que estaba lleno de miedo. Ella le indicó a Gandhi que cantara el nombre de Rama cada vez que estuviera invadido por el miedo. De allí en adelante, Gandhi cantó el nombre del Señor Rama hasta exhalar su último aliento. Entonces vemos que, cuando la madre y los otros miembros de la familia toman un sendero sagrado, los niños ciertamente los imitarán y de esa forma obtendrán posiciones muy elevadas.
Aryamba, la madre de Shankaracharya, pasó su vida, adorando a Iswara. Todos los días, ella hacía el Abhisheka (baño sagrado) al Shiva Lingan, tomaba unos sorbos y también le daba de tomar a su hijo. Constantemente, cantaba el divino nombre del Señor Shiva. Shankaracharya llegó a ser un maestro del mundo y obtuvo gran fama por haber nacido de una madre muy noble.
Después de la guerra de la liberación de Rangun, una madre y su hijo se las ingeniaron para llegar hasta Chenai. No tenían techo ni comida. La madre se preocupaba más por su hijo que por ella misma. Así es el amor de la madre. El amor de la madre trasciende todas las descripciones. Una parada de autobús llegó a ser su techo. Todos los días, la madre iba de casa en casa a pedir limosna, le daba la mayor parte a su hijo y ella sólo comía un poquito. Cuando no tenía suficiente, le daba todo a su hijo y se quedaba ella sin comida. Como resultado, su salud se fue deteriorando gradualmente.
Un día, el hijo le dijo a ella, «madre, tu has cuidado de mi por mucho tiempo; ahora es mi deber cuidarte. Desde hoy en adelante, te quedarás descansando y yo traeré comida para ambos». Todos los días salía a mendigar, le daba la mayor parte a su madre y sólo comía el poquito que ella dejara. Consecuentemente, se puso muy débil. Un día, se paró frente a la casa de un oficial y le dijo, «Oh señor, estoy hambriento, muy hambriento». El oficial estaba sentado en una mecedora, muy relajado, leyendo el periódico. Oyendo al niño, fue adentro y le trajo comida en una hoja y le pidió que se sentara y comiera, pero el niño le dijo que se la llevaría a su casa. El oficial le dijo, «¿Por qué te la vas a llevar para tu casa? Si realmente estás hambriento, siéntate aquí y come». A medida que el oficial insistía que ingiriera la comida allí mismo, el muchacho se desmayó y calló al suelo.
Él trataba de decir algo, pero no se le podía oír porque estaba muy débil. El oficial se le acercó al muchacho para tratar de oír y decía, «…primero a mi madre, a mi madre…». Con estas palabras, exhaló su último aliento. Viendo esta escena, el oficial empezó a llorar. Pensó, «Que suerte tiene este muchacho que sacrificó su vida para el beneficio de su madre. Bendita sea la madre que dio a luz a este hijo tan noble».
Es imposible describir el amor que existe entre la madre y su hijo. Los Bharatiyas consideran el amor de una madre como el amor verdadero, sin embargo, la juventud de hoy en día, no se da cuenta de lo sagrado del amor de la madre. Mantienen su propio interés por encima de su padres. No tratan de entender el amor que sienten de sus padres por ellos. Es una verdadero hijo o hija aquel que le ofrece felicidad a sus padres.
Iswarchandra Vidyasagar vivió con su madre en una villa cerca de Kolkata. Financieramente, eran muy pobres, pero estaban dotados con la riquezas de las virtudes. La madre a menudo le decía a su hijo, «mi querido hijo, la educación que sólo intenta satisfacer las necesidades del estómago, no es educación de ninguna manera. debes estudiar para servir a la sociedad. Debes usar tu educación para la emancipación del país». Vidyasagar solía estudiar bajo los postes de luz a causa de su pobreza. Siguió las palabras de su madre al pie de la letra y puso todo su empeño, corazón y alma en sus estudios. Las bendiciones de una madre hacen grande a cualquier hombre. Los hijos pueden ser buenos o malos, sin embargo la madre siempre ama a su hijo y aspira su bienestar. El corazón de una madre está lleno de amor y compasión por su hijo.
Después de completar su educación, Vidyasagar consiguió un trabajo. Una vez, había un festival religioso en el pueblo. La gente rica de la villa participó en el festival con lo mejor de sus ropas, pero, la madre de Vidyasagar tuvo que ponerse un viejo sari aún en un día de festival, porque no tenía un buen sari que estrenar. Viendo esto, Vidyasagar se sintió muy triste. Cuando recibió su primer salario, lo puso a los pies de su madre y le suplicó que se comprara un nuevo sari. Ella le respondió, «Oh hijo, no quiero que gastes tu sueldo en saris y joyas para mi. Utiliza ese dinero para servir a la sociedad. Todo lo que deseo en la vida es que te destaques y ganes un buen nombre». Luego añadió, «tengo muy pocos deseos, pero te los diré sólo en el momento apropiado».
Gradualmente Vidyasagar escaló altas posiciones y con ello también su salario. Luego le pidió a su madre que le manifestara sus deseos. Ella hizo que su hijo se sentara a su lado y le dijo, «mi querido hijo, tu eres una persona muy educada y tienes una posición muy elevada, pero como madre debo decirte lo que es bueno para ti. Lo que debo decirte es por mi amor maternal hacia ti. No deseo nada para mi mismo. Nuestro pueblo es una pequeña villa y sus niños no tienen oportunidad de estudiar. Por ello deseo que construyas una pequeña escuela». De acuerdo a los deseos de su madre, Vidyasagar empezó a construir una escuela y después de un cierto tiempo le dijo, «madre, por tu deseo he construido esta escuela para el pueblo. ¿Hay alguna otra cosa que desees? » Ella le respondió, «hijo, en nuestro pueblo hay gente sufriendo porque no existen facilidades médicas. No hay nadie quien los trate aún de una simple gripe, resfriado o fiebre, por ello, sería conveniente para todos, especialmente para los niños, si tu construyes un hospital». Obedeciendo las órdenes de su madre, construyó un pequeño hospital.
Swami y su madre
La madre Eswarama también poseía esos deseos nobles. A medida que la gloria de Sai comenzó a esparcirse a lo ancho y largo, vino a mi un día y me dijo, «Swami, me da una gran dolor de ver a los pequeños niños de nuestro pueblo caminando hasta Bukapatnam para asistir a la escuela, por favor, construye una escuela para ellos». De acuerdo a su deseo, construí una pequeña escuela. Después de un cierto tiempo, ella deseaba un pequeño hospital y también construí uno. Ella decía que no podía soportar ver a las madres llevando sus niños a Bukapatnam para un tratamiento médico, por ello, también construí un pequeño hospital. La pequeña escuela que construí llegó a ser la gran universidad de hoy en día. El pequeño hospital que construí, es, hoy en día, el Hospital de Super Especialidades (aplausos). Estas tareas todopoderosas son logradas como resultado del Sankalpa Sathya (el deseo noble) de la madre Eswarama y el Nitya Sankalpa (La voluntad Divina) de Sai. Su último deseo era proveer agua al pueblo. Ella decía que las mujeres tenían que soportar un gran dolor para sacar el agua de las profundidades de los pozos que ya casi estaban secos. Así que inmediatamente proveí agua al pueblo. Ahora, bajo el proyecto, «Acueducto Shri Sathya Sai», he dado agua al distrito entero de Anantapur.
Una vez que sean los recipientes del amor de una madre, ustedes no necesitan nada más. Ustedes pueden que estén o no conscientes, pero aún, después de 30 años de su fallecimiento, la madre Eswarama continua expresando su amor por Swami de diferentes maneras. Aún, hasta hoy, ella camina alrededor, en su cuerpo físico. A veces viene a mi y expresa su preocupación maternal por Mi bienestar. Una vez me advirtió de que no aceptara ningún pañuelo de todo el mundo. Le respondí que tenía que aceptarlo porque la gente Me lo ofrece con devoción. Ella me respondió, «Swami, no hay duda de que hay miles de personas nobles, pero también hay pocas con mentes malvadas quien pueden colocar algún veneno en el pañuelo para que lo huelas y luego ofrecértelo. Esto puede ser dañino cuando Tú lo tomas, te secas y te lo llevas a Tus labios». Le prometí que seguiría su consejo. Aún hasta hoy, ella hace sus apariciones en Mi habitación. Los muchachos que duermen conmigo lo han presenciado. Cada vez que viene y habla conmigo, ellos se sientan en sus camas y escuchan.
Un día, le pedí a los muchachos que me trajeran una correa para atar mi doti de seda a Mi cintura. La correa que me dieron tenía una hebilla brillante y podía verse a través de la túnica. No deseaba ponérmela porque la gente iba a pensar que llevaba puesto una correa de oro. Después de esto, un día, Eswarama vino a mi habitación temprano en la mañana y comenzó a hablarme. Luego Satyaji, Sainat y Srinivas despertaron y deseaban saber con quien Yo estaba conversando. Estaban curiosos de saber como alguien pudo entrar a Mi habitación porque la puerta estaba cerrada y ellos tenían la llave. Entonces, le dije que Griham Amayi (la madre Eswarama) había venido. Le mostré a ellos la correa que me había dado. No tenía hebilla. Hay muchas madres nobles en este mundo, pero Eswarama fue la escogida. Yo la escogí para que fuera Mi madre (aplausos). Esta es la relación íntima entre la madre Eswarama y Mi persona.
Una vez Chaitanya Mahaprabu fue al templo y oró, «Oh Señor, Yo se que Tú eres el Maestro del mundo. T-u eres Omnipresente, Omnipotente y Omnisciente». Se que puedes conceder cualquier deseo que te pida. Pero yo no deseo algo mundano. No aspiro dinero, joyas ni objetos materiales. Tampoco estoy interesado en devoción o renunciación, ni tampoco deseo la liberación, pero únicamente tengo un sólo deseo. Concédeme la fortaleza de amarte. Es suficiente si puedo amarte. No hay algo superior a esto». Como Chaitanya Mahaprabu amaba a Dios intensamente, el propagó el mensaje de amor al mundo entero. «Piensen en Dios intensamente. Canten Su nombre. No hay nada en este mundo sino Dios». Este fue el mensaje propagado por Chaitanya.
Su madre deseaba que se casara con una muchacha de nombre Lakshmi, quien procedía de una buena familia y era una gran devota, pero Chaitanya no estaba interesado en el matrimonio. El decía que su vida estaba dedicada al Señor. Su madre le respondía, «puedes ofrecerle la mente a Dios, pero , ¿qué acerca de tu cuerpo? La vida debe tener ambos aspectos, físico y espiritual».
Bajo la insistencia de su madre, Chaitanya contrajo matrimonio con Lakshmi,: inmediatamente después del matrimonio, se fue a peregrinar. Deseaba difundir el divino mensaje. Chaitanya no regresó a casa de su peregrinación por mucho tiempo. Su esposa Lakshmi era una dama piadosa. Tenía un corazón puro, lleno de amor desinteresado. Ella dejó su cuerpo mortal pensando en Chaitanya.
Chaitanya regresó a casa después de su muerte. Su madre cayó muy deprimida en el acontecer de los eventos. Ella sintió que era imposible conseguir otra mujer como Lakshmi quien era muy piadosa y pura de corazón. Entonces, logró que se casara con otra llamada Vishnupriya. Después de su segundo matrimonio, nuevamente se fue a difundir el mensaje Divino y en ese proceso, se olvidó por completo de su hogar. El consideraba a Dios como su único refugio. No tenía otro pensamiento en su mente.
Una vez, mientras cantaba las glorias del Señor Krishna por las calles, algunos malhechores, celosos de su creciente reputación, le arrancaron los címbalos (chinchines) de sus manos. Después de eso, comenzó a tocar el tambor mientras cantaba los nombres Divinos. Aún el tambor también fue roto por los malhechores, sin embargo, permanecía imperturbable. Sintió que no era necesario los instrumentos musicales para cantar el nombre Divino. Entonces, comenzó a aplaudir y a cantar Bhajans, luego, los malhechores lo golpearon sin misericordia. Su cuerpo comenzó a sangrar profusamente, pero aún Chaitanya seguía cantando el nombre Divino. Más tarde, cuando su madre vino y lo vio, no había ni siquiera una traza de sangre en su cuerpo. Toda había desaparecido milagrosamente por la creencia firme de Chaitanya de que su cuerpo pertenecía a Dios y no estaba apegado a él.
Cuando el corazón de la madre es puro, su niño también es puro de corazón. Siempre se debe respetar a la madre y nunca herir sus sentimientos. Cuando Swami estaba en el viejo Mandir, un día había una muchedumbre inusual. Presintiendo el peligro, Eswarama se me acercó y me dijo, «Swami, esta gente parece que tiene otros motivos de venir aquí; estoy preocupada de que Te puedan causar daño; no puedo dormir en paz». Le infundí coraje diciéndole, «no estés con temor; el cuerpo está sujeto a padecer un día u otro; así que debes eliminar los apegos al cuerpo». Durante esos días, Yo solía dormir solo en una choza de paja. Esa noche, como Eswarama lo presentía, unas mentes malvadas le prendieron fuego a la choza por los cuatro costados. Habían llamas por todos lados. Viendo esto, Subama e Eswarama vinieron corriendo. Cuando llegaron al sitio, encontraron, para su admiración, que había un aguacero en la choza; sin embargo, no había lluvia absoluta en los alrededores (fuertes aplausos). Cuando salí de la choza, ambas se sintieron regocijadas al verme sano y salvo.
Hubo un incidente similar en el Mahabarata. El Señor Krishna fue a los Kauravas como un emisario de los Pandavas para mediar o declarar la guerra. Antes de ir a los Kauravas, el Señor se acercó a los Pandavas uno a uno y buscó su opinión. Dharmaraja era de la opinión de que una persona de la estatura de Krishna no debía acercarse a las mentes malvadas de los Kauravas con el rol de embajador. Arjuna y Bhima quienes estaban llenos de Rajo Guna (cualidad de la pasión), estaban de acuerdo en que Krishna fuera a los Kauravas, pero ellos deseaban que estableciera la guerra para que estos malvados fueran castigados. Luego Krishna buscó la opinión de Draupadi. Las mujeres son por naturaleza tiernas de corazón. Ella no deseaba la guerra porque ello traería mucho dolor a ambos lados, luego se le acercó a Nakula y Sahadeva quienes no dijeron nada.
Krishna fue hasta Hastinapur, le habló al ciego Dhritarastra y trató lo mejor que pudo para buscar la paz, pero todo fue en vano. Cuando Krishna regresó, Nakula y Sahadeva lo abrazaron y derramaron lágrimas de regocijo. Ellas le dijeron, «Krishna, es suficiente que hayas regresado sano y salvo de los malvados Kauravas. Tu nos preguntaste que deseábamos antes de que partieras hacia los Kauravas en Tu misión de paz. Tu regreso a salvo era lo que nosotras deseábamos. Tu bienestar es nuestro bienestar. Tú eres todo para nosotros».
Draupadi le dijo a Krishna, «Oh Hermano yo también era de la opinión de que Tú no fueras hacia los Malvados Kauravas. La gente puede decir que las mujeres son débiles de mente. pero, de hecho, las mujeres tienen un coraje muy alto y cuando llega el tiempo para el sacrificio, las mujeres son las primeras en hacerlo.
Durante la guerra del Mahabharata, en una noche, Aswatthama, el hijo de Dronacharya, decapitó al niño Pandava mientras dormía. Arjuna juró que decapitaría a Aswathama. Le dijo a Draupadi que ella podía untarse así misma con su sangre como un acto de venganza. Siguió a Aswathama, luego lo ató y lo arrastró hasta llegar a donde estaba Draupadi.
¿Podrá alguna madre perdonar a aquel quien haya decapitado sin misericordia a su hijo? ¿Pero, qué hizo Draupadi? En lugar de poner un hechizo al malvado, ella cayó a los pies de Aswathama y le dijo,
«Es a los pies de tu padre, Dronacharya, que mis esposos han aprendido lo que ellos saben; Siendo el hijo de Dronacharya, ¿Era propio de ti matar a mi hijo? ¿Cómo pudiste tener un corazón de matarlo, él estaba desarmado, era joven, estaba dormido, y no guardaba rencor hacia ti? (Verso Télugu)
Consumido por la furia, Arjuna estaba a punto de atacar a Aswathama y entonces Draupadi levantó su mano y le dijo que no lo matara. Ella le dijo, «Oh Partha, no es correcto matar a una persona quien esté nervioso, que haya perdido el coraje, quien está dormido o intoxicado, quien busca refugio o que sea una mujer. Tú no debes matar a Aswathama, porque el es el hijo de tu maestro» (Verso Télugu)
Ella le dijo, «Oh Arjuna, hoy estoy llorando por la muerte de mi hijo. Si tu matas a Aswathama, imagínate cual será el dolor de su madre!. Uno no debe nunca causarle daño a su madre; así que restríngete de matarlo». Pero habiendo jurado, Arjuna avanzó hacia él para matarlo. Ella se paró al frente de Aswathama y detuvo a Arjuna que avanzaba hacia él. Bhima no podía soportar esto. Explotando de ira, rugió y dijo,
«no lo liberes, sino que mátalo. Si no lo haces, yo mismo martillaré su cabeza con mi propio puño» (Verso Télugu).
Draupadi le rogó que lo perdonara.
«El perdón es la más alta de las virtudes.
Es la verdad, la rectitud, la no-violencia.
Es la esencia misma de los Vedas.
Es el cielo y todo en todos los mundos .
(Verso Télugu).
Aunque los Pandavas eran altamente virtuosos y bravíos, el espíritu de la compasión que Draupadi poseía, no se veía en ellos. El corazón de una mujer es altamente sagrado porque esta lleno de amor nectarino y compasión. Así que, se derrite fácilmente. A veces, la mujer puede llegar a enfurecerse, pero ella inmediatamente se arrepiente y se reconcilia.
Debido al impacto de la era Kali, se observa en la mujer moderna una carencia de amor, pero aún hoy, hay muchas mujeres de virtudes y caracteres. Es a causa de tales nobles mujeres que Bharat es lo que es hoy.
El progreso de la nación depende de sus mujeres. Así que no las aminoren. Traten a todas las ancianas como sus madres y las jóvenes como sus hermanas. El país estará seguro y a salvo solamente cuando los hombres tengan esos sentimientos nobles. Cuando ustedes entiendan esta verdad y actúen de acuerdo a ella, podrán alcanzar aún la Divinidad.
La mujer no es sólo una mujer ordinaria; ella es Dios mismo. Adórenla y obtenga su gracia. Una vez que tenga las bendiciones de su madre, ustedes pueden lograr cualquier cosa en este mundo. Nunca la desobedezcan o la dejen de complacer.
Abhimanyu se aventuró al campo de batalla en contra de los deseos de su madre. Su madre Subhadra le dijo, «hijo, tu padre Arjuna y tu tío Krishna están ocupados peleando fuera en contra de los enemigos. En este momento no es apropiado que tú entres al campo de batalla», pero Abhimanyu no puso atención a los consejos de su madre e insistió en ir a la batalla. Ella lo bendijo, diciéndole, «hijo, te vas en contra de mis deseos. Que la victoria esté de tu parte!». Luego, ella oró,
«que esas bendiciones estén contigo y te protejan, las cuales también confirieron al hijo de la madre Gowri en el momento de la muerte de Tarakarasura y también aquellas recibidas por Bhargava de su madre cuando decapitó a Shambharasura!» (`Poema en Télugu).
Aún hoy en día, existen ese tipo de madres nobles. Estas madres se sienten con gran dolor al ver a sus hijos desviarse del camino correcto. Buscan todas las formas para corregirlos. Es imposible describir el amor de una madre. El amor de una madre es mucho mayor que la del padre. Una vez la madre Parvati e Iswara vieron que una persona estaba sentada en la rama de un árbol que estaba a punto de caerse. Entonces la madre le rogó a Iswara que lo salvara. Iswara, bromeando remarcablemente, le dijo, «¿Por qué lo debo proteger?. Tú lo has visto primero. Es tu deber salvarlo». Ella le contestó, «¿Cómo puedo protegerlo sin Tu gracia?». Yo soy el polo negativo y tú eres el positivo. Al menos que tú muestres tu gracia en él, no podrá ser salvado. Por favor, no retraces esto ni un instante más». Entonces Iswara respondió, «¿Acaso no es su deber llamarme y pedirme ayuda? ¿Cómo puedo ir a su rescate sin ser llamado?» Como dice el proverbio, «Uno no debe asistir a una reunión sin ser invitado».
Parvati, con un gran sentido de compasión, deseaba proteger a esa persona a todo costo. Así que le dijo a Iswara, «Si esa persona, cuando se caiga, dice Amma (madre), yo iré a su rescate y si dice Appa (padre), Tú debes protegerlo». Iswara estuvo de acuerdo con eso. Ambos esperaron, pero la persona cuando cayó, gritó, ayyo! (¡ay!). Las palabras Amma o Appa no vinieron de sus labios porque él nunca respetó ni reverenció a sus padres en toda su vida. Esa era su destino. ¿Cómo puedo Dios rescatar a una persona que totalmente de ha olvidado de sus padres? La madre es Dios; el padre es Dios. Con tales sentimientos, ofrezcan gratitud a sus padres.
Hoy estamos celebrando el día de Eswarama para difundir la gloria de la maternidad. El mundo está sostenido por las oraciones de las madres. Las oraciones de las mujeres son más poderosa que miles de oraciones de los hombres, porque las mujeres son puras y tiernas de corazón. Nunca causen desplacer a tu madre. Nunca hieras sus sentimientos. Así Dios los ayudará en todos sus esfuerzos. Uno llama al país la madre tierra y no el padre tierra. Por ello, a la madre se le ha dado una posición exaltada en el mundo. Consideren a su país como su propia madre y trabajen para su progreso. Bajo ninguna circunstancia, causen daño a su madre ni a su madre patria. esto es significativo y la principal enseñanza de la celebración de hoy.
En pocos minutos, ustedes oirán el programa musical presentado por P. Sushila y otros. Ella ha sido una devota de los últimos 40 años. Cuando no tenía hijos, Yo la bendije con un niño. También hice el matrimonio de su hijo. Su nuera es también músico. Todos ellos están aquí para entonar cantos devocionales y promover la felicidad en todos. Después de este programa musical, los niños Bal Vikas presentarán un drama en el «Kalyana Mantapam». ¿Saben ustedes por qué estos programas están hechos? La mente del hombre es como un mono loco. Los discursos, los programas musicales, las reuniones de oraciones están hechas para controlar las agitaciones de la mente.
El cuerpo es como una burbuja de agua; la mente es como un mono loco; no sigan al cuerpo; no sigan a la mente…¡Sigan a la conciencia!
Contemplen sobre lo que ustedes han visto y han oído hoy. Pónganlo en práctica y deriven la bienaventuranza respectiva.
Bhagavan concluyó Su Divino Discurso con el Bhajan, «Hari Bhajan Bina Sukha Santhi Nahin.»
Del discurso de Bhagavan el día de Eswarama, en el «Sai Ramesh Krishna Hall», Brindavan, el 6 de Mayo de 2001.