Sai Baba sobre la Educación: “La verdadera educación debe hacer a la persona compasiva y humanitaria”

Por Sathya Sai Baba

La educación actual desarrolla el intelecto y las destrezas, pero poco es lo que hace para desarrollar buenas cualidades. ¿De qué sirve todo el conocimiento del mundo, si no se tiene un buen carácter?
Es como agua que se escurre. De nada sirve si el conocimiento crece mientras los deseos se multiplican. Hace de uno un héroe en palabras y una nulidad en la acción.

Los logros del hombre en los campos de la ciencia y la tecnología han contribuido a mejorar las condiciones materiales de la vida. Lo que necesitamos hoy, sin embargo, es una transformación del espíritu. La educación debe servir no sólo para desarrollar la inteligencia y destrezas propias, sino también debe ayudar a ampliar el punto de vista de la persona y hacerla útil a la sociedad y al mundo en general. Esto es posible sólo cuando se promueve el cultivo del espíritu junto con la educación en las ciencias físicas. La educación moral y espiritual adiestrará al hombre a llevar una vida disciplinada.

Una educación sin autocontrol no es educación en absoluto. La verdadera educación debe hacer a la persona compasiva y humanitaria.

No egocéntrica y estrecha de mente. La simpatía y la consideración por todos los seres deben fluir espontáneamente del corazón de aquel que ha sido educado de manera apropiada. Él debe interesarse en servir a la sociedad antes que en preocuparse por sus propias aspiraciones codiciosas. Ése tiene que ser el propósito de la educación en el verdadero sentido de la palabra.

Deben promoverse el temor al pecado y la fe en Dios La educación debe inculcar en el estudiante “temor y fe”. “Temor” no significa timidez. Son temor al pecado y fe en Dios los que deben ser promovidos. La persona tiene que sentir que perderá el respeto y la consideración de la comunidad si comete un acto pecaminoso o inmoral. El estudiante ha de aprender a evitar la conducta incorrecta.

Debe enseñársele a amar a su madre y a su patria con profunda devoción. La devoción por el propio país (desha-bhakti) es una forma de devoción a Dios. Aquel que no ama a su madre, a su patria, a su lengua materna y a su religión, lleva una vida sin sentido.

El sistema educativo está acosado por muchos problemas. Ha fracasado en promover en los jóvenes cualidades como el amor, la tolerancia y la fortaleza. En vez de ello, sirve para fomentar la naturaleza animal de los estudiantes. No hay lugar en ella para cultivar valores humanos como la verdad y la rectitud. No le infunde al estudiante un sentido de humildad, que es la marca distintiva de la educación correcta.

Las personas instruidas carecen de valores humanos Los padres están ansiosos por educar a sus hijos pero no se preocupan por la clase de educación que debe dárseles. La educación debe ayudar a hacer que los estudiantes personifiquen los valores humanos tales como la verdad, el amor, la conducta o acción correcta, la paz y la no violencia. El conocimiento académico solo no es de gran valor. Puede ayudarles a ganarse la vida, pero la educación debe ir más allá de la preparación para ganarse la vida. Debe prepararlos moral y espiritualmente para los retos de la vida. Es a causa de esta falta de valores humanos en las personas “instruidas” que las encontramos hundidas en la ansiedad y la preocupación.

¿Quién es responsable del deplorable estado de la educación actual, de la falta de disciplina entre los estudiantes y de la ausencia de valores morales entre las personas educadas? No es justo culpar de ello a los estudiantes. Los maestros no comprenden las necesidades e impulsos de los estudiantes y éstos, por su parte, no tienen gran consideración por los maestros. Los directivos de las instituciones educativas y las autoridades en el campo educativo no comprenden los problemas de los maestros ni las verdaderas necesidades de los estudiantes. Los políticos utilizan la situación para interferir con el sistema educativo. Surgen condiciones en las cuales la policía tiene que intervenir y a veces cerrar las instituciones educativas. Todos: padres, maestros, la administración y el gobierno tienen la culpa. Cada uno es responsable en alguna forma por el malestar del sistema. Todos han fallado en reconocer sus respectivas obligaciones.

El sistema educativo que heredamos de los días de Macaulay fue diseñado para adiestrar a los estudiantes de modo que pudieran llenar ciertos tipos de posiciones, primordialmente con el fin de proveer un ejército de oficinistas para la administración foránea. Esa conexión entre la educación y los puestos o cargos debe terminar. La educación debe ser para la vida y no para ganarse la vida. Tiene que preparar a los jóvenes para todas las responsabilidades de la ciudadanía.

Padres y maestros deben dar el ejemplo correcto Los padres tienen la responsabilidad primordial de moldear el carácter de los niños. No se les debe dar demasiada libertad debido a un excesivo afecto. Hay que enseñarles a los niños a controlarse y a observar la disciplina en su vida diaria. Si los padres son negligentes al educar a sus hijos desde sus más tiernos años, no será fácil corregirlos después. Hay un dicho en telugu que dice que si la nuera es de piel oscura, todos los hijos serán oscuros. En la esfera de la educación, el sistema educativo puede ser comparado con la nuera. Si es defectuoso, el producto final será también defectuoso. El país entero sufrirá las consecuencias de una educación deficiente. Si los estudiantes son disciplinados y de buen comportamiento, el país estará seguro y sano.

¿Cuál es la responsabilidad del gobierno? Encontramos que cada vez que hay un cambio en el Ministerio de Educación, se cambia la política educativa, con el resultado de que se produce inestabilidad e incertidumbre.

Los principales defectos en el sistema educativo permanecen sin ser corregidos y, como consecuencia, los estudiantes sufren.

No sirve de nada culpar a los estudiantes. Son como las piedras a partir de las cuales el escultor esculpe las figuras que él desea. Es el escultor el que produce una cosa bella de un pedazo de roca bruta.

Padres y maestros son los escultores que tienen que moldear la forma y la figura de los estudiantes de los cuales son responsables. Si padres y maestros dan el ejemplo correcto, los estudiantes florecerán automáticamente en modelos de excelencia y traerán gloria a la nación.

Los estudiantes deben evitar totalmente la política Hay una regla básica que debe ser observada por estudiantes y maestros: evitar en absoluto la política. Los estudiantes pueden entrar a la política, si lo desean, cuando, después de terminar sus estudios, empiecen una vida por sí mismos. No estoy en contra de la política o de los políticos. La política es un elemento esencial en el crecimiento de un país. Pero insisto en que no debe uno aventurarse en ella a una edad inmadura y adolescente. Si un estudiante se dedica a la política, no puede ser bueno en sus estudios ni en su acción política. Sólo estará desperdiciando su preciosa vida.

No hay lugar tampoco para que los maestros se dediquen a la política. Su único deber es cuidar muy bien a los estudiantes que les han sido confiados y formarlos como ciudadanos útiles, patrióticos y dignos, que reflejen la cultura y tradiciones del país. Los maestros que se dedican a la política lo hacen para sus propios fines egoístas, para mejorar su posición e influencia. De hecho, están traicionando el cargo que les ha sido confiado como maestros.

¿Y qué decir de las elecciones en los cuerpos estudiantiles?

Encontramos que estas elecciones son conducidas de acuerdo con el procedimiento utilizado en las elecciones para las asambleas, involucrando considerables gastos de campaña por medio de afiches y otras cosas. A veces, estas batallas electorales han producido daños a la propiedad y a la vida. Gran cantidad de energía y de dinero se desperdicia en este ruinoso ejercicio. No hay duda de que es necesario desarrollar cualidades de liderazgo entre los estudiantes. Pero esto debe hacerse de una manera apropiada.

Los estudiantes, después de todo, permanecen en las instituciones por un breve período. Los rectores y directores de colegios deben sentarse y diseñar métodos para inculcar en los estudiantes un sentido de disciplina y promover el buen comportamiento y entusiasmo por proseguir sus estudios. No debería haber elecciones, sino sólo selecciones. El director debe escoger a un estudiante, que no sea sólo diestro en sus estudios sino que también sea un ejemplo en su comportamiento y servicio desinteresado a otros, y nombrarlo como líder de los estudiantes. ¡Se realizan elecciones para los llamados “sindicatos o uniones de estudiantes”! ¿Cuál es el significado de “unión”? Unión es una “reunión de todas las personas”.

Pero lo que vemos en realidad en los sindicatos estudiantiles es sólo disensión, desunión y rivalidad.

La característica de una educación verdadera es la humildad Los estudiantes son inocentes. Son los padres y maestros quienes deben conducirlos por el camino correcto. Por desgracia, los maestros no están haciendo su parte. ¡Tienen sus propias “uniones” o “sindicatos” y se dedican a actividades indeseables que, a su vez, son seguidas por los estudiantes! La característica de una verdadera educación es la humildad. La humildad ayuda a que se merezca respeto. El merecer respeto lleva a la riqueza y la riqueza lleva a la rectitud. La rectitud es el medio para alcanzar la liberación (mukti). Actualmente, se da importancia sólo a la habilidad intelectual. Esto es un error. La educación no tiene ningún valor sin el carácter. ¿De qué sirve tener diez acres de tierra yerma? Es más valioso tener un pequeño lote de tierra fértil.

El estado indeseable de las normas académicas El sistema de evaluación del rendimiento académico de los estudiantes, que prevalece en la actualidad es deplorable. Si uno obtiene notas del 25% o 30% en una materia, se supone que el estudiante ha obtenido notas pasables y es promovido. Esto sólo significa que cada uno puede cometer hasta un 70% o 75% de errores. Si uno, como estudiante, comete hasta un 75% de errores, ¿cuántos más errores tendrá posibilidad de cometer al asumir un trabajo? Puede cometer el ciento por ciento de errores y salirse con la suya. Esto no es muy satisfactorio. “Mira hacia arriba y apunta alto” debería ser el lema. ¡Una meta baja es en realidad un crimen! Si un estudiante apunta a un 90%, puede que se las arregle para obtener un 60%. Si, por otra parte, apunta sólo a un 30%, puede que obtenga apenas un 15%.

Hay ahora una práctica indeseable que se debe a la interferencia de personas extrañas. ¡El Ministro de Educación da algunas notas de gracia, el Primer Ministro da su propia cuota de gracia y el Secretario de Educación da otras notas de gracia! Con estas cuotas de gracia en perspectiva, ¿qué estudiante se interesará en sus estudios?

La India es aclamada como la tierra de la acción correcta (karma bhumi), del sacrificio (tyaga bhumi) y de la grandeza espiritual (yoga bhumi). Pero hoy encontramos que, debido al deficiente sistema educativo imperante, se ha convertido en un país que se regodea en los placeres materiales (bhoga bhumi), y repleto de enfermedades (roga bhumi), están arruinadas la salud y el carácter de las personas como nación. No es un estado de cosas deseable. Si hay sólo diez estudiantes con cualidades aquilatadas e impecable carácter, esto es suficiente. Lo que se requiere es calidad y no cantidad.

Si el sistema educativo pudiera contribuir a formar estudiantes de buen carácter, dedicados a los valores humanos, el país se volvería más fuerte y más grande como nación y sería un modelo para el mundo.

El maestro es un hacedor de reyes Los maestros no deben sentir que pertenecen a una profesión despreciada. La enseñanza es una profesión muy noble y respetable.

El maestro es, en realidad, un hacedor de reyes. Hasta los monarcas y emperadores tienen que estudiar en sus primeros años con un maestro. A Bala Gangadhar Tilak, el gran patriota y luchador por la libertad, que era educador, se le preguntó qué posición quería ocupar cuando el país se volviera independiente. Él respondió que no estaba interesado en ser ministro o en ocupar algún puesto en la administración. Prefería regresar a su actividad docente, para poder moldear a varios estudiantes de modo que fueran capaces de desempeñarse como ministros o gobernantes. Esto le interesaba más que ser gobernante él mismo. Ésa es la nobleza y dignidad de quien enseña.

La ciencia tiende a desbocarse. Hay un dicho en sánscrito que dice que no hay nobleza sin autocontrol. Las personas se maravillan ante los formidables éxitos de la ciencia y la tecnología. El científico, al ir explorando los secretos de la naturaleza, ha adquirido maestría sobre el aire, el agua, la tierra, el fuego, etc. Pero todos estos logros no son mayores que los que Hiranyakashipu afirmó haber alcanzado en su tiempo. Lo que debe reconocerse es que al controlar las fuerzas de la naturaleza, no tiene que perturbarse el equilibrio. Al tratar con la naturaleza hay tres requisitos. El primero es el conocimiento de las leyes de la naturaleza. El segundo es la destreza para utilizar sus fuerzas para las necesidades humanas. El tercero es mantener el equilibrio entre las fuerzas de la naturaleza. Es la perturbación de este equilibrio la que ha llevado a consecuencias tales como la erosión del suelo, la contaminación atmosférica y otras cosas.

Necesidad de equilibrio La educación actual está quitando la “s” de “skill” (destreza, habilidad), con el resultado de que el conocimiento es literalmente matado (“killed” de “kill”: matar), con resultados desastrosos para la humanidad. A los alumnos se les debe dar conocimiento, destreza y equilibrio. Dicha combinación está ausente en el sistema de educación actual. Cada uno persigue sus propios intereses egoístas, sin importarle el interés de los demás.

Ésta es la condición del hombre hoy en día. La ciencia le ha permitido adquirir un control inmenso sobre el mundo externo; pero no tiene ningún control sobre sí mismo. Winston Churchill una vez dijo:

“El hombre lo ha conquistado todo, menos a sí mismo”. Y esto es lo que Prahlada le dijo a su padre Hiranyakashipu: “¡Oh padre! Tú has conquistado el mundo, pero no te has conquistado a ti mismo!”.

Si el sistema educativo actual ha de mejorar, la única manera es eliminando el egoísmo y capacitando a los estudiantes para el servicio a la sociedad. ¿Cómo han de ser adiestrados los estudiantes para este fin? Sólo inculcándoles amor, sin rasgo de interés propio.

Hay dos clases de amor: el amor natural (sahaja prema) y el amor Divino (daiva prema). El amor natural es aquel que espera algo a cambio, mientras que el amor Divino se expresa en servicio amoroso, sin expectativa de nada a cambio. El amor Divino siempre le da a otros y no recibe nada a cambio. El amor natural siempre espera algo de los demás. La verdadera educación debe enseñar este amor Divino: de corazón a corazón, de mente a mente y de Atma a Atma.

Independencia del Gobierno A fin de efectuar verdaderas mejoras en el sistema educativo, es necesario liberar las instituciones del control gubernamental y hacerlas independientes, como la Justicia. Deben ser manejadas por entidades autónomas, independientes del gobierno y de las influencias políticas. La educación debe estar bajo el control de un órgano nacional de expertos en educación, que tengan los intereses de los estudiantes como su sola preocupación.

Ahora vemos que para obtener un sitio en una escuela de medicina hay que pagar grandes sumas de dinero. Los padres, ansiosos por proporcionarles educación médica a sus hijos, de alguna forma consiguen el dinero. Si un estudiante ha terminado sus cursos de esta forma y comienza su práctica, su primera preocupación es ganar dinero por cualesquiera medios dudosos, para recuperar el monto gastado en su educación. Tiene que recurrir a prácticas corruptas. Una vez comenzado este proceso, su carácter queda minado. No debemos permitir tales prácticas que desmoralizan a los estudiantes desde el principio de su carrera educativa.

Otro problema relativo a la educación es la diferencia en el sistema entre un Estado y otro. Estas diferencias crean dificultades para los padres, a punto tal que hasta se trasladan a otros lugares, para que sus hijos sean admitidos en las clases respectivas en un Estado diferente. Debería haber cierta uniformidad en el sistema de educación en todo el país. Los rectores y directores de colegios deben reunirse y diseñar un sistema común de educación superior para todo el país. Asegurarse de que todos los exámenes sean tomados para el 20 de abril y los resultados anunciados en la segunda semana de junio, de modo que todos los colegios puedan volver a abrir a finales de junio. Esto les permitirá a los estudiantes buscar ser admitidos en cualquier institución de su preferencia, en cualquier lugar del país. Es esencial tener un programa común de exámenes para todos los Estados.

Educación gratuita en el Instituto Sai No debe haber ningún vínculo entre el dinero y la educación. En el Instituto Sathya Sai de Enseñanza Superior (del cual Bhagavan Sri Sathya Sai Baba es Rector), proveeremos, a partir del nuevo año académico (junio 1986) educación gratuita a los estudiantes de todos los niveles, incluyendo los cursos de posgrado. La meta es capacitar a los estudiantes de la manera apropiada y hacerles aceptar la disciplina del instituto. Si se cobra dinero de extraños, quienes lo reciben se vuelven instrumentos en sus manos. Al proporcionar educación gratuita, se puede controlar a los estudiantes.

Se les pueden impartir valores morales y moldear su carácter.

En la actualidad, en algunas escuelas están dando lo que se llama instrucción moral. Ésta sólo figura en el programa. A menudo, estos períodos se utilizan para enseñar otras materias. Desde los primeros años debe enseñárseles a los niños a cultivar el amor por todos. El amor lleva a la unidad. La unidad promueve la pureza.

La pureza lleva a la Divinidad. Actualmente no hay amor y encontramos enemistad en vez de unidad. Un ser humano sin amor es peor que un animal salvaje en la jungla. Los animales, pájaros y árboles dan algún servicio a los demás, pero el hombre egoísta no sólo no ayuda a los demás, sino que puede hasta causarles daño. Los instruidos son incluso peores pecadores, en este aspecto, que los iletrados. Son jóvenes educados los que suelen encontrarse involucrados en crímenes como secuestros, robo de bancos y otras graves ofensas contra la sociedad. ¿Es ésta la clase de transformación que debe esperarse de la educación?

Enseñen amor por medio del amor La educación debe inculcar ciertos ideales a los estudiantes.

Deben darse cuenta de que hay una sola casta, la casta de la humanidad.

Hay una sola religión, la religión del amor. Hay un solo lenguaje, el lenguaje del corazón. Si se siguen estos ideales básicos, no habrá lugar para mezquinas diferencias y recriminaciones mutuas.

Pueden enseñar amor a los estudiantes sólo por medio del amor.

Debido a mi amor, que es mi propia naturaleza, los estudiantes en el Instituto Sathya Sai son disciplinados y ordenados, y no hay conflicto en nuestro campus. Yo no tengo mala voluntad contra nadie. Puede haber personas que me critiquen o hasta sientan alguna inquina u odio hacia mí. Pero Yo no tengo enemigos en absoluto. Todos me son queridos. Como el amor es una cualidad permanente en mí, no tengo preocupación y estoy siempre feliz y en paz. El amor en la palabra es Verdad. El amor en la acción es Rectitud. El amor en el pensamiento es Paz. El amor en la comprensión es No Violencia. Este amor está fluyendo dentro de nosotros como un río invisible. Sólo desarrollando amor podremos santificar el sistema educativo y adiestrar a los estudiantes en la práctica de valores humanos, como la condición esencial para llevar vidas dignas. Apelo a todos ustedes para que se esfuercen en esta dirección y hagan de la educación algo realmente significativo, de manera que los estudiantes sean buenos ciudadanos de los cuales el país pueda enorgullecerse.

Discurso en el Auditorio de la Academia de Música, Madrás, 20 de enero de 1986.


Cuando la verdad, la justicia, la compasión y la paz se alejan del hombre, el mundo degenera en un nido de serpientes.
Dios entonces baja como avatar, para salvar a la humanidad de su destino. Viene para revelarle al hombre su realidad, para restablecer su derecho de bienaventuranza átmica.
Él no viene a fundar una nueva creencia o religión, crear una nueva facción o instaurar a un nuevo Dios.
—BABA

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