San Matías Apóstol, fue el discípulo de Jesús elegido para ocupar el lugar que había dejado el traidor, Judas Iscariote, entre los Doce Apóstoles.
Los candidatos para reemplazar a Judas fueron José, llamado Barsabás, cuyo sobrenombre era ‘Justo’, y Matías.
En los Hechos de los Apóstoles es posible encontrar señales inequívocas del aprecio del que gozaba Matías entre los miembros de la Iglesia primigenia. San Lucas, autor del relato de su elección para completar a los Doce, deja esto en evidencia, especialmente cuando recoge, una a una, las palabras del Apóstol Pedro.
Se cree que San Matías nació en Belén en el siglo I. Después de la Ascensión del Señor, los Apóstoles, junto con María y algunos discípulos, se encontraban a la espera del Espíritu Santo, cuya llegada había sido anunciada por Jesús resucitado. En esos días de oración y expectativa, Pedro invitó a la comunidad a que se pronuncie sobre quién debía reemplazar a Judas Iscariote:
“Es necesario que uno de los que han estado en nuestra compañía durante todo el tiempo que el Señor Jesús permaneció con nosotros, desde el bautismo de Juan hasta el día de la ascensión, sea constituido junto con nosotros testigo de su resurrección” (Hch 1, 21-22).
Acto seguido, señala Lucas: “Se propusieron dos nombres: José, llamado Barsabás, de sobrenombre ‘el justo’, y Matías. Y oraron así: ‘Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de los dos elegiste para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que le correspondía’. Echaron suertes, y la elección cayó sobre Matías, que fue agregado a los once Apóstoles” (Hch 1, 23-26).
No se sabe con certeza mucho más sobre San Matías, salvo que se mantuvo fiel hasta el final de sus días.
La tradición indica que luego de recibir el Espíritu Santo el día de Pentecostés fue a predicar el evangelio en diversas regiones de Judea y habría llegado hasta Etiopía.
Por encargo de Santa Elena, sus reliquias fueron trasladadas a la ciudad de Tréveris (Trier) en Alemania. El Apóstol es patrono de esa ciudad, donde hay una basílica que lleva su nombre.
El Papa Benedicto XVI, en el año 2006, compartió una hermosa reflexión que tenía como base la figura del santo, y que constituye una clave para comprender y enfrentar el pecado y el mal dentro de la Iglesia: “De aquí [del ejemplo de San Matías] sacamos una última lección: ‘Aunque en la Iglesia no faltan cristianos indignos y traidores, a cada uno de nosotros nos corresponde contrarrestar el mal que ellos realizan con nuestro testimonio fiel a Jesucristo, nuestro Señor y Salvador’” (Audiencia General, 18 de octubre de 2006).
A San Matías se le considera patrono de los arquitectos. Su fiesta se celebra el 14 de mayo, y fue elegida por estar cerca de Pentecostés, pues la elección del Apóstol se produjo después de la Asunción y antes de la venida del Espíritu Santo.
Oración a San Matías
DIOS Omnipotente,
que escogiste en lugar
de Judas el traidor,
a tu fiel siervo Matías,
para que fuese contado
entre los doce Apóstoles;
Concede que tu Iglesia
preservada siempre de falsos apóstoles,
sea gobernada y dirigida por fieles,
y verdaderos pastores;
mediante Jesucristo nuestro Señor.
Amén