Frases y enseñanzas de Santo Domingo: pensamientos, oraciones y reflexiones para una vida de santidad

Santo Domingo de Guzmán es conocido como el fundador de la Orden de los Dominicos. Este santo español del siglo XIII dejó un enorme legado de espiritualidad, siendo recordado por sus enseñanzas, sus obras de caridad y su compromiso con llevar a todos el mensaje de Jesús.

Una de las formas en que Santo Domingo de Guzmán transmitió su mensaje fue a través de sus frases y escritos. Estas palabras han sido fuente de inspiración para muchos buscadores espirituales a lo largo de los siglos.

La vida de Domingo era tan virtuosa y el fervor de su espíritu tan grande, que todos veían en él un instrumento elegido de la gracia divina. Estaba dotado de una firme ecuanimidad de espíritu, ecuanimidad que sólo lograban perturbar los sentimientos de compasión o de misericordia; y, como es norma constante que un corazón alegre se refleja en la faz, su porte exterior, siempre gozoso y afable, revelaba la placidez y armonía de su espíritu. En todas partes, se mostraba, de palabra y de obra, como hombre evangélico. De día, con sus hermanos y compañeros, nadie más comunicativo y alegre que él. De noche, nadie más constante que él en vigilias y oraciones de todo género. Raramente hablaba, a no ser con Dios, en la oración, o de Dios, y esto mismo aconsejaba a sus hermanos.

Con frecuencia pedía a Dios una cosa: que le concediera una auténtica caridad, que le hiciera preocuparse de un modo efectivo en la salvación de los hombres, consciente de que la primera condición para ser verdaderamente miembro de Cristo era darse totalmente y con todas sus energías a ganar almas para Cristo, del mismo modo que el Señor Jesús, salvador de todos, ofreció toda su persona por nuestra salvación. Con este fin instituyó la Orden de Predicadores, realizando así un proyecto sobre el que había reflexionado profundamente desde hacía ya tiempo.

Con frecuencia exhortaba, de palabra o por carta, a los hermanos de la mencionada Orden, a que estudiaran constantemente el nuevo y el antiguo Testamento. Llevaba siempre consigo el evangelio de san Mateo y las cartas de san Pablo, y las estudiaba intensamente, de tal modo que casi las sabía de memoria.

Dos o tres veces fue elegido obispo, pero siempre rehusó, prefiriendo vivir en la pobreza, junto con sus hermanos, que poseer un obispado. (1)

Compartimos algunas de sus más bellas frases y reflexiones:

 

“No hay enemigo tan cruel como el que llevamos dentro”
– Santo Domingo de Guzmán

“La oración es el alimento de la vida espiritual”
– Santo Domingo de Guzmán

“Amar a Dios significa luchar por llevar una vida santa”
– Santo Domingo de Guzmán

“La sabiduría consiste en saber distinguir lo eterno de lo temporal”
– Santo Domingo de Guzmán

“La caridad es el fuego que ha de encender el mundo, es el bálsamo que ha de suavizar tantas heridas”.
– Santo Domingo de Guzmán

“No amemos solamente con palabras, sino con obras”.
– Santo Domingo de Guzmán

“La santidad es el destino de todos aquellos que buscan a Dios”
– Santo Domingo de Guzmán

“La santidad no es un fin en sí misma, sino un medio para servir a Dios”
– Santo Domingo de Guzmán

“La santidad es la prueba de que la voluntad de Dios se está cumpliendo”
– Santo Domingo de Guzmán

“La oración es el puente que une nuestra alma con Dios”
– Santo Domingo de Guzmán

“No te desanimes en la lucha que te ha tocado, porque Dios está contigo”.
– Santo Domingo de Guzmán

“La verdadera humildad consiste en reconocer que todo lo que tenemos y somos, lo hemos recibido de Dios”.
– Santo Domingo de Guzmán

“La Eucaristía es la fuente y la cumbre de toda la vida cristiana”.
– Santo Domingo de Guzmán

“La santidad no es un estado de perfección, sino un estado de vida”
– Santo Domingo de Guzmán

“La mejor amistad es aquella que se basa en el amor a Dios”
– Santo Domingo de Guzmán

“La misericordia de Dios es infinita”
– Santo Domingo de Guzmán

“Una buena intención es el principio de la santidad”
– Santo Domingo de Guzmán

“La santidad no es una cualidad intelectual, sino un estado de gracia”
– Santo Domingo de Guzmán

“No hay mayor alegría que servir a Dios”
– Santo Domingo de Guzmán

“La paz comienza con una sonrisa”.
– Santo Domingo de Guzmán

“La oración es una fuerza poderosa para avanzar en la vida espiritual”
– Santo Domingo de Guzmán

“La santidad es un camino difícil, pero una vez que se comienza, vale la pena luchar para mantenerse en él”
– Santo Domingo de Guzmán

“La oración no es un escape de la realidad, sino una preparación para enfrentarla”.
– Santo Domingo de Guzmán

“La verdadera libertad no está en hacer lo que se nos antoja, sino en poder hacer lo que debemos”.
– Santo Domingo de Guzmán

“El Santo Rosario es la mejor artillería contra los demonios y sus seguidores”.
– Santo Domingo de Guzmán

“Estás viendo el fruto que he conseguido con la predicación del Santo Rosario; haz lo mismo, tú y todos los que aman a María,
para de ese modo atraer todos los pueblos al pleno conocimiento de las virtudes”.
– Santo Domingo de Guzmán

“Hablar sólo con Dios o de Dios”.
– Santo Domingo de Guzmán

“La santidad es el camino más seguro para la verdadera felicidad”
– Santo Domingo de Guzmán

“La santidad no es una cualidad innata, sino una elección”
– Santo Domingo de Guzmán

“El amor de Dios es el principio y el fin de la santidad”
– Santo Domingo de Guzmán

“Es mejor servir a Dios que servir a los hombres”
– Santo Domingo de Guzmán

“La santidad es el fruto de la obediencia a Dios”
– Santo Domingo de Guzmán

“El amor a Dios es el único camino para llegar a la verdadera santidad”
– Santo Domingo de Guzmán

 

Oración a Santo Domingo de Guzmán

Oh Padre, por tu misericordia,
Santo Domingo de Guzmán anunció las insondables riquezas de Cristo.
Concédenos, por su intercesión,
crecer en tu conocimiento y vivir en tu presencia según el Evangelio,
fructificando en buenas obras.
Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo.
Amén.

Oración y plegaria a Santo Domingo

Padre Domingo, Santo de Dios,
hombre evangélico de oración y apostolado.
Ayúdame a seguir a Cristo contigo
desde el camino de la pobreza y de la fraternidad.

Enséñame a vivir el Evangelio íntegro
para ser testigo de otra verdad y otra esperanza.

Que tu vida me estimule,
que mi entrega ilumine mi oración y mi estudio
para que, como tú, sienta la urgencia
de transmitir a los demás
lo que contemplo y lo que vivo en Dios.

Quiero aprender de ti a ser:
dócil al Espíritu,
confiado en la providencia del Padre del cielo,
constante en la oración,
convincente por mi estilo de vida,
generoso para servir,
valiente para emprender,
en la alegría agradecido,
en el dolor esperanzado,
en el cansancio fuerte,
en el convivir sincero.

Padre Domingo, hombre de Dios,
ayúdame a vivir la medida del amor,
ayúdame a dar la respuesta viva
a la incesante llamada de Jesús. Amén.

 


(1) Extraído de la Historia de la Orden de los Predicadores (Libellus de principiis Ordinis Praedicatorum; Acta canonizationis sancti Dominici: Monumenta Ordinis Praedicatorum historica 16, Roma 1935, pp. 30ss. 146-147)

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