Wesak es el día del mes lunar más sagrado del calendario budista porque en él se conmemora el nacimiento, la Iluminación y la muerte física del Buda, a los 80 años de edad, que tuvieron lugar en sendos días de luna llena del cuarto mes lunar del año.
Es un tiempo especialmente apropiado para el estudio y la práctica pues se dice que durante este período las bendiciones “caen como la lluvia” y nuestros actos (positivos y negativos) se multiplican enormemente.
Durante el Wesak los budistas se reúnen con su familia espiritual, realizando meditaciones colectivas. Además de las ofrendas es también una jornada en la que no se come carne durante todo el día. En muchos países las personas se visten de colores y conmemoran el cumpleaños de Buda con oraciones, contemplación y procesiones.
Cada año, durante este mes, es meritorio hacer la gran acumulación de recitaciones del mantra de Chenresig o Avalokiteshvara: “Om Mani Padme Hum”.
Wesak es ampliamente celebrado en todo el mundo como el Festival del Buda. Es el punto culminante del año espiritual cuando las fuerzas de la iluminación fluyen desde los mundos superiores hacia la mente de la humanidad.
Mientras los budistas celebran Wesak como el momento que marca el nacimiento, la muerte y la iluminación del Buda, los estudiantes occidentales de metafísica lo consideran un evento viviente: En el momento exacto de la luna llena de Tauro, se dice que el Buda regresa momentáneamente a la tierra, apareciendo a aquellos reunidos en un valle aislado en el Himalaya que pueden verlo. Algunos han soñado con estar presentes en la ceremonia, cuentan que el Cristo se para frente al Buda en un momento rebosante de vitalidad y significación, irradiando bendición a todos los seres humanos.
El Buda siempre ha sido conocido como un gran Revelador, representando la mente como una “lámina de vidrio transparente” para ver la realidad de la Unidad. Sus técnicas de desapego y discriminación ayudan a barrer el velo que dificulta el reconocimiento de esta realidad. El mensaje subyacente es simple: antes de que podamos ver realmente, tenemos que liberarnos de las muchas formas de deseo que impiden nuestra visión.
Muchos están concibiendo un nuevo mundo, se lo está buscando activamente y, cuando se abre el ojo del alma, se verá que es más real que el mundo revelado por los cinco sentidos. La nueva luz está en camino. La bendición anual de Wesak juega un papel crucial en la llegada de esa luz.
Los Fenómenos de las Energías Divinas lanzados durante este período, penetran las Mentes, Corazones y Almas de todas las personas que se unen a este evento. Esta Gracia se manifiesta como un Aumento de la Luz Divina, que se derrama sobre todos y en todo, dentro de un radio enorme de las diversas Celebraciones que tienen lugar a nivel mundial, ¡e impregna la Tierra misma!
Los buscadores en el camino espiritual, incluidos los yoguis, los sanadores de energía, los practicantes naturales y otros, saben que Wesak trae a nuestras vidas una cualidad particular y una enorme descarga de energía espiritual. Esto aumenta nuestra energía del alma, dando al participante una profunda sensación de revitalización, transformación y regeneración. Cada año, estas Energías elevan, nutren y sostienen la Evolución de la Humanidad y todo el Planeta Tierra.
Cuando se lleva a cabo la preparación espiritual, el festival conduce al fortalecimiento de cada participante. El proceso de limpieza y energización elimina los obstáculos normales, infundiendo a todos, el deseo de dedicar sus vidas a proyectos humanitarios, así como al desarrollo espiritual personal. Cada persona se convierte en un canal divino, para hacer servicio, al aumentar su frecuencia e encender sus almas con fuerza espiritual e inspiración.
Los participantes deben centrarse en:
-La preparación de sus vidas física, emocional, mental y espiritualmente para recibir, contener y compartir adecuadamente la abundancia de esta gracia divina.
-Profundizar la devoción a su maestro espiritual al llenarse de mayor luz. Entonces esto puede transmitirse conscientemente a todos los proyectos y actividades que el practicante emprenda.
-Tomar conciencia de este empoderamiento, que permite la proyección de esta vibración divina en los practicantes cada pensamiento, palabra y acción.
-No aferrarse al Regalo de esta Preciosa Energía Divina como una nueva Acumulación dentro de la vida de uno. El objetivo es recibir, dirigir y liberar la energía difundiendo luz, amor y bendiciones donde quiera que uno vaya.
Aprende a cantar el Mantra OM Mani Padme Hum: