Por Elsa Barrera
La granada, una fruta conocida por su sabor y sus múltiples beneficios para la salud, también llama la atención por su capacidad para combatir el envejecimiento y el estrés, de acuerdo con una información compartida por el portal de la Asociación Estadounidense del Corazón.
Esta fruta, rica en por su “alto contenido de fibra dietética y antioxidantes”, según afirmó Penny Kris-Etherton, Profesora Universitaria Evan Pugh para Ciencias de la Nutrición de la Universidad Estatal de Pennsylvania en University Park, también ofrece protección contra los rayos ultravioleta, lo que ayuda a prevenir el cáncer de piel y el envejecimiento prematuro.
Además de sus propiedades para el cuidado de la piel, la granada es una fuente importante de vitamina C, que juega un papel crucial en la producción de serotonina, la llamada “hormona de la felicidad”. Este neurotransmisor es esencial para mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.
La granada también se destaca por su potencial en la prevención de ciertos tipos de cáncer. Tanto la pulpa como la cáscara contienen flavonoides y taninos, compuestos antioxidantes que pueden disminuir el riesgo de desarrollar cánceres como el de próstata, piel, pulmón y mama. Estos beneficios han sido resaltados por ambas fuentes.
En el ámbito cardiovascular, esta fruta contribuye a aumentar los niveles de colesterol bueno (HDL) y a reducir los triglicéridos en sangre, lo que ayuda a prevenir enfermedades como la aterosclerosis y el infarto de miocardio.
El consumo de granada puede ser beneficioso para prevenir y controlar la diabetes. Los antioxidantes presentes en la fruta promueven el buen funcionamiento del páncreas, equilibrando los niveles de azúcar en sangre.
La granada contiene fibra, tanto soluble como insoluble, que contribuye al buen funcionamiento del sistema digestivo. La fibra ayuda a regular el tránsito intestinal, previniendo problemas como el estreñimiento. Una porción de granada puede aportar cerca del 20% de la ingesta diaria recomendada de fibra
Además, los antioxidantes presentes en esta fruta, como los polifenoles y las antocianinas, tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ser útiles para personas con afecciones como la colitis ulcerosa o el síndrome del intestino irritable
Antes de incorporar cualquier alimento a la dieta, se debe consultar con un profesional de la salud para garantizar que los cambios sean seguros y beneficiosos para el bienestar de cada organismo.
Cómo comer adecuadamente la granada
Elija una granada madura: busque una granada que esté firme y pesada para su tamaño, con una piel roja brillante o ligeramente marrón, y sin cortes profundos.
Lave bien la fruta:lave la granada bajo agua corriente para eliminar cualquier suciedad o residuo en la piel.
Corte la corona: con un cuchillo afilado, corte la parte superior de la granada (la corona).
Divida en secciones: marque la piel de la granada en varios gajos siguiendo las líneas naturales de la fruta. Luego, ábrala con las manos.
Extraiga las semillas (arilos): coloque las secciones de la granada en un recipiente con agua fría. Con los dedos, extraiga las semillas mientras las cáscaras y membranas flotan en el agua. Esto facilita separar las semillas, que se hundirán en el recipiente.
Escurra y disfrute: escurra las semillas con un colador. Estas estarán listas para consumir.
Preparaciones con granada
Cruda, como refrigerio: consuma las semillas directamente. Su sabor dulce y ligeramente ácido las convierte en una opción saludable y práctica.
En ensaladas: añada las semillas a ensaladas verdes o de frutas para un contraste de textura y sabor.
En yogures o cereales: úselas como complemento en yogures naturales, avena o granola.
Jugos o batidos: para hacer jugo, coloque las semillas en una licuadora, mezcle brevemente y cuele el líquido para retirar los restos de fibra. También puede agregarlas a batidos para un aporte antioxidante.
Salsas y aderezos: utilice las semillas para preparar salsas dulces o agridulces que acompañen carnes, ensaladas o postres.
Postres: incorpórelas en recetas de gelatinas, tartas, helados o como decoración de dulces.
En agua infusionada: agregue las semillas a una jarra de agua para darle un sabor suave y refrescante.
Recomendaciones
Si prefiere evitar las semillas interiores (comestibles, pero fibrosas), mastíquelas y descarte las partes sólidas.
La granada puede manchar superficies o ropa; manipúlela con cuidado y considere usar un delantal.