Por Julieta Villar
En un nuevo aniversario de las primeras apariciones de la Virgen en su advocación de María del Rosario de San Nicolás, más de un millón de fieles llegaron al santuario ubicado en el norte de la provincia de Buenos Aires (Argentina) para honrar a la Madre de Dios.
Los festejos centrales comenzaron a las 00:00 horas del miércoles 25 de septiembre, cuando la comunidad cantó el feliz cumpleaños a la Virgen, y continuaron durante todo el día.
A las 15:00 horas, precedida por la imagen de San Nicolás, patrono de la diócesis homónima, la Virgen salió del santuario ante una lluvia de pétalos y un agitar de pañuelos de los peregrinos, que la acompañaron en procesión por las calles.
Según indicaron desde el Obispado a ACI Prensa, se calcula que participaron de los festejos cerca de 1.200.000 fieles.
De regreso en el campito, el Obispo de San Nicolás, Mons. Hugo Santiago, celebró la Misa central, enfocando su homilía en una certeza: “María restablece nuestros vínculos”.
En su mensaje, recordó que Jesús y María llegan para rescatar al hombre “restableciendo los vínculos, las relaciones, la armonía” que el pecado había roto.
Jesús, señaló el prelado, simboliza la acción de Dios en ese sentido, poniendo como ejemplo la curación a un sordomudo: “Con ello nos indica que, para restablecer nuestra capacidad de vincularnos, Dios tiene que sanar nuestra capacidad de escuchar, de decir palabras edificantes y de poner gestos concordes con esas palabras”.
También María, “con su escucha del Ángel nos enseña que escuchar es un modo de amar, un modo de hospitalidad, es decirle al otro, ‘vos sos importante para mí’”, afirmó.
“Cuando hacemos esto con la Palabra de Dios estamos reconociendo lo importante que es Él para nuestra vida y entonces somos bendecidos porque dejamos que Jesús entre en nuestra persona y se transforme en nuestro compañero de camino, y restableciendo nuestra relación con Dios salimos de la soledad y el sinsentido de la vida”, sostuvo, reiterando que “escuchar sana” y “la escucha libra de la orfandad”.
En segundo lugar, hizo hincapié en la importancia de las palabras, que “dejan marca”. Las palabras, aseguró, “pueden dar vida o destruir, alegrar o entristecer, herir o sanar. Por eso, para restablecer la relación entre nosotros, tenemos que decir palabras que sanen, animen y abran el camino de la esperanza”.
Finalmente, se refirió a los gestos, como el de fidelidad de María al pie de la cruz, quien “nos enseña que para terminar de sanar nuestros vínculos, además de la escucha y las palabras edificantes, tenemos que poner gestos que confirmen nuestras palabras”.
“María no sólo le promete fidelidad a Dios, sino que acompaña Jesús desde la alegría de la anunciación al dolor de la cruz”, destacó.
“La vida eterna comienza aquí y si la felicidad está en los vínculos, tenemos que cultivar la relación con Dios, con nosotros mismos, con los demás y con la casa común que es la creación”, exhortó.
“¡Gracias Madre por enseñarnos el camino para restablecer nuestros vínculos! ¡Viva María del Rosario de San Nicolás!”, concluyó.
Mons. Santiago brindó una conferencia de prensa para dar a conocer las novedades del acontecimiento mariano de San Nicolás, que comenzó el 25 de septiembre de 1983, con las apariciones a una mujer del lugar llamada Gladys Quiroga de Motta, a quien la Virgen le dejaba mensajes.
La devoción fue impulsada por Mons. Domingo Salvador Castagna, quien en 1989, siendo Obispo de San Nicolás, autorizó la construcción del santuario pedido por la Virgen a la vidente.
El sucesor de Mons. Castagna, Mons. Héctor Cardelli, inauguró el santuario terminado y presidió la coronación de la imagen en 2009.
En los últimos años, Mons. Santiago determinó que los mensajes de la Virgen dejen de difundirse públicamente con el objetivo de que “el acontecimiento mariano de San Nicolás siga siendo digno de fe”. Sin embargo, precisó que seguiría recibiendo los mensajes en el obispado para que a futuro, la Iglesia pueda analizarlos.
En conferencia de prensa, acompañado por el rector del santuario, P. Gustavo Salce, el obispo destacó que en un reportaje, el Papa Francisco había ponderado que, a diferencia de otros casos conocidos, “el acontecimiento de San Nicolás estaba bien encauzado”.