Por C. Amanda Osuna
Lograr la hazaña de colocar un número 100 en las velas de una tarta no es nada fácil. En España, la esperanza de vida media se sitúa en los 84 años, la más alta de toda la Unión Europea. Junto con los factores propiamente genéticos, la longevidad también responde a una serie de hábitos de vida saludable claves para potenciar nuestra esperanza de vida.
Ciertas acciones de nuestro día a día, como descansar las horas suficientes, practicar ejercicio regular o cuidar nuestra alimentación son los factores principales para intentar llegar a los 100 años. En lo que respecta a la dieta, no todo vale, pues existen ciertas comidas que pueden ayudarnos a aumentar nuestra esperanza de vida.
Uno de estos alimentos claves en la longevidad es el repollo colorado o la lombarda, también conocida como col roja. Este vegetal forma parte del grupo de las verduras crucíferas, que incluyen otras como el brócoli, la coliflor, las coles de Bruselas y la col rizada. Se caracterizan por su riqueza en compuestos bioactivos, en particular los glucosinolatos, sustancias que contienen azufre y que han sido ampliamente estudiadas por sus efectos positivos en la prevención de diversas enfermedades crónicas.
En términos de longevidad, la longevidad destaca por su papel en la reducción del riesgo de cáncer. Los glucosinolatos presentes en esta col se descomponen en el cuerpo en compuestos bioactivos como los isotiocianatos e indoles, que han demostrado poseer propiedades anticancerígenas. Estos compuestos ayudan a neutralizar carcinógenos, reducen el estrés oxidativo y modulan la inflamación, lo que contribuye a la prevención de diversos tipos de cáncer, incluyendo el de mama, colon y próstata, como indican los informes del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Además de su impacto en la prevención del cáncer, el repollo colorado también beneficia la salud cardiovascular, un factor crucial en la longevidad. Según un estudio publicado en 2022 de la Universiti Putra Malaysia, los potentes efectos antioxidantes de esta verdura ayudan a reducir el daño oxidativo en las células, protegiendo así los vasos sanguíneos y reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas. También tiene propiedades antiinflamatorias que pueden contribuir a la disminución de la presión arterial y la prevención de la arteriosclerosis, condiciones que pueden acortar la esperanza de vida si no se controlan adecuadamente.
Otro aspecto fundamental de la lombarda en la promoción de la longevidad es su potencial neuroprotector. Las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson, están fuertemente relacionadas con el estrés oxidativo y la inflamación crónica en el cerebro. Los compuestos presentes en la lombarda han demostrado ser eficaces en la reducción del daño oxidativo en las células cerebrales, lo que puede ayudar a preservar la función cognitiva a lo largo del envejecimiento y prevenir el deterioro neurológico asociado con la edad.
La evidencia científica respalda estos efectos positivos de las verduras crucíferas en la longevidad. Un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition que analizó datos de 134.796 adultos encontró que una mayor ingesta de frutas y verduras estaba relacionada con un menor riesgo de mortalidad, siendo las verduras crucíferas las que mostraban un impacto particularmente fuerte en la reducción del riesgo de muerte prematura. Esto sugiere que incorporar repollo colorado en la dieta de manera regular podría ser una estrategia efectiva para mejorar la salud a largo plazo y aumentar la esperanza de vida.