En el camino necesité soltar dolores y resentires que tenía muy apegados y me mantenían atada a situaciones de las cuales deseaba liberarme desde lo más profundo de mi alma. En una oportunidad una mujer me mostró con mucha sencillez una manera de aplicar el Ho´Oponopono y resultó muy efectiva para mí. Luego le agregué mi toque personal y uds. seguramente encontrarán la forma de transformarlo de manera en que les vibre.
1- Escribe una carta dedicada a la persona con la que tengas el conflicto.
Algo simple y auténtico, sin filtros, ten en cuenta que sólo la vas a leer tú.
2-Después del encabezado le vas a decir a esta persona: «Lo Lamento por….» (Acá viene la «pasada de factura» bien detallada donde dejas salir todos tus dolores y resentires afuera y sin culpa) Posiblemente te lleve más de una carilla esta parte, y sería conveniente que así fuera, así no dejas nada pendiente para después.
3- Ahora viene el «Me Perdono por…» (¡Sí, me perdono a mí!) «por no haber podido pensar, sentir, actuar, decir… de manera diferente» (y si quieres puedes ser detallista en esta parte también)
4-«Comprendo que tú tampoco pudiste actuar pensar, sentir ni decir de otra manera… te perdono, me perdono, te libero de todas las deudas que haya sentido que tenías para conmigo y me libero de todas las deudas que yo haya sentido que tenía para con vos…»
5-«Me doy Gracias por…» (Acá vas a expresar todo lo que aprendiste mediante esta situación vivida) «…y reconozco que necesité de lo ocurrido para poder alcanzar la comprensión que hoy tengo sobre esta experiencia. Te agradezco y agradezco a todos los seres que formaron parte de esta situación para que yo pudiera sentir lo que sentí y entender profundamente lo que entendí. Y porque logré transformarme a mí mismo y llevar más luz a mi consciencia. Desde el Alma Gracias…»
6-«Por todo lo sentido y comprendido me amo, te amo y nos amo a todos. Que la Luz disuelva nuestros errores.»
7-Firma la carta, después quémala y luego esparce las cenizas por un lugar que consideres bello, un espacio florido del jardín, una maceta, un arroyo, el mar, o suéltalas al viento para que sean libres…
8-A partir de este momento, cada vez que una preocupación relacionada con este tema vuelva a tu mente, entrégasela a la Divinidad, Espíritu Santo, Ser Superior, o como sientas llamarle, con Confianza Plena en que estás siendo guiado hacia la mejor resolución posible y hacia tu mayor felicidad.
9-Si te sirve este ejercicio compártelo para que más seres se beneficien a través de él. GRACIAS!
Por: Silvina Farenzena