San José Obrero, Padre y Custodio del Señor, es recordado como “Patrono de los trabajadores”. San José, esposo de la Virgen y padre adoptivo de Jesús, conoció muy bien el mundo del trabajo: fue artesano carpintero –y muy probablemente también albañil–, y con su sudor procuró el sustento diario para su hogar, la casa de la Sagrada Familia.
San José, poderoso intercesor en las dificultades laborales
San José es modelo e inspiración para todo ser humano que desea asumir el trabajo desde una perspectiva espiritual. En ese sentido, el trabajo debe ser siempre una actividad auténticamente humana, que brinde realización y satisfacción al corazón humano y no sea solo medio para producir “cosas”.
Sin su sentido sobrenatural, el trabajo se convierte en ocasión de viejas y nuevas esclavitudes, instrumentalización o manipulación. Por eso, como San José, cada persona que trabaja o da trabajo debe mirar al cielo y trascender lo puramente material, que siendo importante no agota toda la realidad. Es Dios quien corona todo esfuerzo en búsqueda del bien común y la plenitud.
San José, obrero y trabajador, es poderoso intercesor frente a la injusticia, auxilio para que no falte lo necesario y asistencia para quienes están desempleados o en búsqueda de un nuevo empleo.
Oración a San José Obrero para encontrar trabajo
“Oh san José Obrero, intercede por mi en este momento. Ayúdame a alcanzar un trabajo digno para que pueda compartir mis talentos con los demás y conocer la dignidad y la satisfacción de tenerlo.
Alcánzanos paciencia mientras abres las puertas y nos das sabiduría para ver la voluntad de Dios. Mantén a nuestras familias bajo tu protección y cuidado.
Se nuestro custodio y provéenos en todas nuestras necesidades. Nunca dejes que el estrés disminuya nuestro amor por el otro.
Ni que el deseo de lo material disminuya nuestro amor por ti. Con confianza y seguridad pedimos la intercesión poderosa de San José Obrero, para que eleven nuestras peticiones a Jesucristo, nuestro Señor, Amen”.