Fortaleza de Dios, significado de Gabriel, es uno de los arcángeles mencionados en la Biblia.
Gabriel proviene del hebreo y significa “Hombre de Dios”, “poder de Dios” o “fuerza de Dios”. La raíz gabro puede derivar de geber que significa “hombre” o de gabar cuyo significado es “fuerza”, añadiendo el sufijo El “Dios”.
El Arcángel Gabriel es mencionado sólo en dos oportunidades en el Nuevo Testamento, pero es razonable suponer con la tradición cristiana que es él quien se apareció a San José y a los pastores, y también que fue él quien «fortaleció» a Jesucristo en el jardín (cf. El himno para Laudes del 24 de Marzo). Gabriel es generalmente llamado sólo arcángel, pero la expresión usada por San Rafael, «yo soy el ángel Rafael, uno de los siete que asistimos delante del Señor» (Tob XII, 15) y las propias palabras de San Gabriel, «Yo soy Gabriel que asisto a la vista de Dios» (Lc, 1, 19), han llevado a algunos a pensar que estos ángeles deben pertenecer al mayor rango; pero esto se explica generalmente refiriéndose a su rango como el mayor de los mensajeros de Dios, y no ubicándolos entre los Serafines y Querubines (cf. St. Tomás, I, Q. CXII, a.3; III, Q. XXX, a.2, ad 4um).
Es el ángel de la Encarnación y del Consuelo. Al mismo tiempo, incluso en la Biblia, es de Gabriel, el poder del ángel de Dios, y es importante notar la frecuencia con la que tales palabras como: «grande», «pueda», «poder», y «fuerza» aparecen en los pasajes, «Fortitudo Dei» o Fortaleza de Dios. Se atribuye a Gabriel la destrucción de Sodoma y de las huestes Senaquerib, sin embargo también se lo recuerda como el ángel que enterró a Moisés, y como el enviado a marcar la figura Tau en la frente del elegido (Ez, 4). En literatura apócrifa cristiana los mismos nombres aparecen, cf. Enoc, IX, y el Apocalipsis de la Virgen María.
En el texto sagrado sólo se registran cuatro apariciones de Gabriel: En Dn 8, explica la visión del carnero y del macho cabrío como presagiando la destrucción del Imperio Persa por el Macedonio Alejandro Magno, y que posterior a su muerte el reino sería divido entre sus generales.
En el capítulo 9, luego de que Daniel había rezado, leemos que «aquél varón Gabriel se me acercó en rápido vuelo» y le comunicó la misteriosa profecía de las «setenta semanas» de años que deben pasar antes de la venida de Cristo. En el capítulo 10, no queda claro si es que el ángel es Gabriel o no, pero de cualquier manera podemos atribuirle la maravillosa descripción de los versículos 5 y 6. En N.T. predice a Zacarías el nacimiento del Precursor, y a María la Madre de Jesús.
El Arcángel Gabriel en el Nuevo Testamento:
Un ángel se le apareció a Zacarías mientras estaba en el templo para anunciarle que su esposa Isabel, que era estéril, iba a tener un hijo. El hijo que nació fue Juan el Bautista. Zacarías era un sacerdote «del grupo de Abías» y que su esposa era «descendiente de Aarón». Una vez que, con los de su grupo, oficiaba ante Dios, según el ritual sacerdotal, le tocó entrar en el santuario para ofrecer incienso. Mientras todo el pueblo estaba fuera orando durante la ofrenda del incienso, se le apareció un ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se asustó y quedó desconcertado. El ángel le dijo:
-No temas Zacarías, que tu petición ha sido escuchada, y tu mujer Isabel te dará un hijo, a quien llamarás Juan. Te llenará de gozo y alegría y muchos se alegrarán de su nacimiento. Será grande a los ojos del Señor; no beberá vino ni licor. Estará lleno de Espíritu Santo desde el vientre materno y convertirá a muchos israelitas al Señor su Dios. Irá por delante, con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los rebeldes con la sabiduría de los honrados; así preparará para el Señor un pueblo bien dispuesto.
Zacarías respondió al ángel:
-¿Qué garantía me das de eso? porque yo soy anciano y mi mujer de edad avanzada.
Le replicó el ángel:
-Yo soy Gabriel, que sirvo a Dios en su presencia: me ha enviado a hablarte, a darte esta Buena Noticia. Pero mira, quedarás mudo y sin poder hablar hasta que eso se cumpla, por no haber creído mis palabras que se cumplirán a su debido tiempo.
(Evangelio de Lucas. Capítulo 1)
Tras oficiar durante una semana regresó a su casa (en Hebrón) con su mujer, Isabel, que quedó embarazada. En el sexto mes de embarazo de Isabel, Gabriel se le aparece a María para anunciarle que será la madre de Jesús. El sexto mes envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen prometida a un hombre llamado José, de la familia de David; la virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde estaba ella y le dijo:
-Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
Al oírlo ella quedó desconcertada y se preguntaba qué clase de saludo era aquel.
El ángel le dijo:
-No temas, María, que gozas del favor de Dios. Mira, concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús. Será grande, llevará el título de Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, para que reine sobre la Casa de Jacob por siempre y su reino no tenga fin.
María respondió al ángel:
-¿Cómo sucederá eso si no me he unido a un hombre?
El ángel le respondió:
-El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el consagrado que nazca llevará el título de Hijo de Dios. Mira, también tu pariente Isabel ha concebido en su vejez, y la que se consideraba estéril está ya de seis meses. Pues nada es imposible para Dios.
Respondió María:
-Yo soy la sirvienta del Señor, que se cumpla en mi tu palabra.
El ángel la dejó y se fue.
(Evangelio de Lucas. Capítulo 1)
Oración a San Gabriel Arcángel
San Gabriel Arcángel, bendito ser de luz, glorioso ángel de la paz y la esperanza, fiel y noble mensajero de Dios, hoy te invoco desde lo más profundo de mi alma para que acudas con tus Legiones de Ángeles en mi ayuda, e intercedas por mí en esta petición especial que hoy quiero comunicarte.
Tú que anunciaste al profeta Daniel el tiempo en que había de venir el redentor, tú que llevaste a Zacarías las noticias del nacimiento de San Juan el Bautista, tú que llevaste a María el anuncio supremo de la encarnación de Dios en su vientre, trae la alegría que viene de la buena nueva a nuestras vidas.
Oh bendito San Gabriel, dame tu esperanza, bendice todos mis esfuerzos, mis palabras, mi familia y todos mis propósitos divinos. Permite que logre eso que tanto deseo desde lo más profundo de mi corazón: (Mencione aquí aquella noticia que está esperando o que debe entregar).
Dirijo este mensaje como una oración a ti ángel Gabriel, con mi corazón abierto y mi alma dedicada a nuestro Salvador, para que me ayudes a quitar la niebla que impregna mi mente y mi camino, y permitas que se iluminen los senderos que debo seguir para tomar las decisiones correctas, aquellas que me lleven a cumplir con los deseos de Dios para mi vida.
Ven a anunciarnos buenas noticias para nuestras vidas, Ángel Guardian de nuestra Santa Madre, que iluminen nuestras penumbras actuales. A ti rogamos, que tus anuncios lleguen con plenitud y que sepamos recibirlo con el corazón de un niño.
Santo Arcángel San Gabriel, ruega por nosotros ante Dios nuestro Señor, y ayúdame a merecer dignamente la bendición divina, la gracia de ser apóstol fiel y eficaz mensajero del Evangelio.
Te amo y te bendigo porque me escuchas, porque cuidas los pasos que doy, me proteges de todo mal, e intercedes por mí para siempre tener una compañía en la vida. Te lo agradeceré eternamente por la memoria de nuestro Dios, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.