Por Sathya Sai Baba
La expansión es amor. La expansión es la esencia del Amor. El Amor es Dios. Vivan en el Amor. Ese es el mensaje que les doy en el día del Festival de las Luces. Cuando se enciende una lámpara con otra, hay dos donde había una. La primera no dejó de emitir luz. Ustedes pueden encender un millón de lámparas con una, sin embargo, ¡la primera no sufrirá ni un ápice!
El Amor también es como esto. Compártanlo con un millón, permanecerá tan brillante como cuando estaba solo. La iluminación del Festival de las Luces también imparte otra enseñanza. En cada casa se encienden algunas lámparas y las ponen sobre el umbral de la puerta, la baranda, el portón, el vestíbulo, el pozo de agua y ¿cuál es el efecto? El pueblo se llena de luz, los habitantes están felices, los niños danzan alegremente y el cielo brilla con la luz incandescente de la alegría terrenal.
La luz se expande, se mezcla con la luz de otras fuentes de luz. No tiene límites, ni prejuicios, ni favoritos. Puede ser que no les agrade su vecino. Pero la luz de la lámpara de su propia galería brillará junto a la luz de la lámpara de su vecino. ¡No podrán evitarlo! (1)
Este festival de Dipavali es para expresar la gratitud por la derrota de las tendencias demoníacas en el hombre que lo arrastran lejos de la Divinidad. Naraka es el nombre para el infierno, y el asura cuya muerte a manos de Krishna se celebra hoy, es llamado Narakasura, o la personificación de todos los rasgos de carácter que obstruyen los impulsos elevadores del hombre.
Dipavali celebra la muerte de Narakasura; y ¿cómo llegó él a su fin? Murió a manos de Krishna, con el Señor de pie delante de sus moribundos ojos. Ésa es una consumación que debe desearse.
Cuando las virtudes comienzan y el vicio es abandonado, el hombre debe hacer de ello un festival. Cuando su hijo expresa el deseo de ir a un templo o una ermita a adorar u ofrecer homenaje a Swami, no quemen el tierno brote de la devoción; no le digan que hay tiempo de sobra para la devoción cuando llegue la vejez; aliéntelo, estén contentos de tener un hijo así y celebren el día.
Enséñenle el valor de la oración y de la contrición; o aprendan de él la lección del anhelo por Dios.
En este Día de Dipavali, resuelvan encender la lámpara de la recordación del Nombre y colocarla en su puerta: sus labios; aliméntenla con el aceite de la devoción, manténganla alta y recta como la mecha. Hagan que ilumine cada minuto de su vida; el esplendor del Nombre disipará la oscuridad exterior tanto como la exterior y ustedes irradiarán alegría y paz sobre aquellos que estén cerca.”(2)
asato mā sad gamaya
tamaso mā jyotir gamaya
mṛtyor mā amṛtaṁ gamaya
Llévame de la irrealidad a la Realidad
condúceme de la oscuridad a la Luz
de la muerte, llévame a la Inmortalidad
(1) Discurso del 29 de Octubre de 1970.-
(2) Discurso del 24 de Octubre de 1965.-