Por Sathya Sai Baba
Para merecer la gracia de Dios
su fe debe crecer.
Si no tiene fe,
no se pueden ofrecer ustedes mismos.
¡Encarnaciones del amor!
LA FORTALEZA de la mente y la pureza del corazón son esenciales para el progreso humano. Únicamente la fortaleza de la mente y la pureza del corazón hacen posible que un ser humano sea divino. La mente es la base de la existencia de la humanidad; los pensamientos son responsables de la existencia de la mente. El comportamiento humano, sea bueno o malo, está basado en los pensamientos. La vida humana es el resultado del proceso de pensamiento.
Cuando se avienta una pequeña piedra al lago, las ondas se esparcen por toda el agua; de la misma manera, las ondas que surgen en el lago de la mente cuando se avienta una piedra de pensamiento se esparcen a todos los sentidos. Cuando la onda que surge de un buen pensamiento se esparce hasta la boca, dicen sólo palabras buenas. Si es un mal pensamiento pronuncian sólo palabras malas. De igual manera, todo lo que ven, escuchan o hacen depende de los pensamientos que tienen. Así, lo bueno o lo malo en un ser humano se basa en los pensamientos.
Hoy el hombre aspira a Dios y medita en él, pero la simple aspiración y la contemplación no son suficientes para experimentar a Dios. A Dios no le complace sólo la meditación; uno tiene que entregarse totalmente para poderlo experimentar.
Una vez que se entreguen por completo a dios, podrán ser uno con él. ¿Cuáles son los pasos espirituales que debe uno seguir para ser uno con Dios? Cuando se separa el carbón del fuego, permanecen como están. Sólo cuando se juntan puede el carbón transformarse en fuego. De la misma manera, acérquense a Dios y aménlo con todo su corazón; esa cercanía y ese cariño a dios finalmente los harán uno con él. Esto es lo que declaró el Vedanta: “El conocedor de Brahman se convierte en Brahman”. El alimento que se ingiere es digerido y su esencia se reparte a todo el cuerpo. Esto significa que el alimento que se toma se hace uno con todo el cuerpo. De la misma manera, tienen que ofrecerse completamente a dios; sólo entonces podrán ser uno con él. Todos sus pensamientos deben ser divinos.
El individuo es nara, Dios es Narayana. Ambos se deben hacer uno. Nara significa el principio átmico; así que ustedes son humanos, sólo en la forma, pero su naturaleza es divina. Lo que se mueve de la cabeza a los pies es únicamente el Atma, todo lo que se piense, diga o haga es sólo debido a la presencia del Atma. Es por eso que Krishna dijo: “Tú eres la chispa eterna de mí mismo”. Ustedes son el reflejo de Dios. El propósito de los caminos espirituales es la unificación del hombre con dios. La simple adoración de las padukas, cantar el nombre de Dios o meditar en su forma no es suficiente para conseguir esta unidad. Estos corresponden al camino externo (pravriti marga). Deben seguir el camino interno (nivriti marga); sólo entonces podrán comprender el principio de la unidad.
Fuente: Discurso del 11 de octubre de 1998