Por Sathya Sai Baba
Antes de emprender cualquier tarea, tómense el tiempo de averiguar si es buena o mala. Hagan solamente buenas acciones. Velen por que las acciones que lleven cabo no dañen ni hieran a nadie en manera alguna. Pero esto parece ser imposible debido a su apego al cuerpo. Sólo aquellos que han abandonado el apego al cuerpo pueden llevar acabo tales acciones. De hecho, su mundanalidad es la causa de todas sus aflicciones. Mientras tengan apego al cuerpo, tienen una visión mundana. Mientras tengan sentimientos mundanos, estarán sometidas a la aflicción y el dolor. Tan pronto como abandonen el apego al cuerpo, su mundanalidad desaparecerá. Cuando ya no la haya, no habrá aflicción.
¿Cómo sucede? Durante el estado de vigilia, tienen apego al cuerpo y también sentimientos mundanos. Como resultado, experimentan placer y dolor. En el estado de sueño profundo, olvidan su cuerpo y también el mundo. Cuando no hay mundo, no hay aflicción. De hecho, en este estado, no hay ni aflicción ni felicidad. Al desarrollar cada vez más apego a Dios, el apego a su cuerpo se irá disminuyendo cada vez más. Gradualmente, sus sentimientos mundanos también se reducirán. Pueden librarse de su aflicción solamente cuando sean capaces de reducir sus sentimientos mundanos.
¿Quema el fuego forestal solamente los árboles de nîm y deja los árboles de mango? No. Lo quema todo. De igual forma, cuando abandonan su apego al cuerpo, trascenderán a ambos, sea felicidad o aflicción. Las mansiones y edificios que ven en un sueño dejarán de existir una vez que abran los ojos. Por esto los Upanishads exhortan a los hombres y les dicen, “Despierten, Levántense, Vayan con los hombres nobles y aprendan de ellos el secreto para alcanzar a la Divinidad” (Utthishtha, Jagratha, Prapya Varannibodhata). Despierten del sueño de la ignorancia.
Vean su realidad a la luz de la sabiduría. Incapaces de darse cuenta de que ustedes mismos son encarnaciones de la verdad, se van en busca de la verdad en otros lugares. La verdad no está en ningún lugar afuera. Ustedes mismos son Sat, Chit, Ananda (Existencia, conocimiento y bienaventuranza). Supongan que hay un primer ministro o un presidente o un rey. No tendrá el sentimiento de ser el primer ministro o el presidente o el rey en su sueño. Solamente cuando se despierte de su sueño será capaz de darse cuenta de que, “yo soy el primer ministro”, “Yo soy el rey o “Yo soy el presidente”. De igual forma, el que está perdido en el sueño de la ignorancia de los sentimientos mundanos no se dará cuenta de la verdad, “Yo soy encarnación de Sachchidananda”. Por lo tanto, despierten del sueño de la ignorancia. Abran sus ojos y vean el camino de la sabiduría. Sólo entonces serán capaces de reconocer su realidad.
No saben quienes son en su sueño. Sólo cuando están despiertos es que sabrán su nombre, forma y posición. ¿Cuál es su situación actual? Están perdidos en el sueño de la mundanalidad y de la ignorancia. Por este es que son incapaces de saber que son encarnación del Ser Existencia bienaventuranza (Sachchidananda). Levántense, despierten y alcancen la meta de su vida. Supongan que los muerde una serpiente en su sueño y que empiezan a llorar. ¿Puede su dolor en el sueño desvanecerse cuando se aplica una medicina directamente a su cuerpo? No. Cuando alguien lo despierta de su sueño, es que el dolor de la mordida de la serpiente en el sueño desaparece en seguida. Tienen el miedo de la serpiente y el dolor de su mordida mientras están dormidos. Cuando alguien los despierta, no habrá serpiente ni su temor ni la herida de su mordida. ¿Cómo es su vida hoy en día? El hombre está perdido en el sueño de la ignorancia del apego al cuerpo. Por esto Krishna dice: “Puesto que el mundo es temporal y lleno de miseria, contemplen constantemente en Mí” (Anityam Asukham Lokam Imam Prapya Bhajasva Maam). Este mundo es como un sueño. En este sueño están pasando por muchos tipos de sufrimientos. ¿Cuál es el remedio y la cura de esto? El único remedio es despertarse de este sueño de la ignorancia.
El apego al cuerpo es la causa de todos los sufrimientos del hombre. Por lo tanto, el hombre debe reducir gradualmente su apego a su cuerpo. Sólo entonces puede experimentar la felicidad. Él puede experimentar la misma cantidad de felicidad que reduzca de su apego al cuerpo. Por lo tanto, cada quien que desee experimentar la felicidad debe reducir su apego al cuerpo. El que tiene apego al cuerpo también desarrollará el ego, bien sea debido a su riqueza o proeza física o posición de autoridad o apoyo del pueblo. Cuando las nubes están llenas de agua, se vuelven pesadas y caen. Cuando un árbol está lleno de frutos, todas sus ramas se inclinan. Similarmente, cuando ustedes crezcan y progresen, su ego y apego al cuerpo se irán disminuyendo cada vez más.
Fragmento del Discurso del 30 de Junio de 1996