Las medidas de aislamiento que los diferentes países se vieron obligados a tomar para hacer frente a la pandemia de coronavirus produjeron en poco tiempo cambios rápidos y visibles en el medio ambiente por la reducción de la contaminación y la circulación de las personas.
El último caso se produjo India, donde luego de 30 años es posible ver la Cordillera del Himalaya desde 200 kilómetros de distancia gracias a la disminución de la contaminación que provocó el cese de actividades industriales y la restricción del tránsito. Se trata de una de las cordilleras más largas del mundo, famosa por tener el monte Everest, la montaña más alta del planeta.
Numerosos usuarios de redes sociales del país asiático mostraron cómo la montaña Dhauladhar, que forma parte de la cadena montañosa del Himalaya, se pudo observar desde Jalandhar, a 230 kilómetros de distancia. Según relataron varios de ellos, esto no sucedía desde la Segunda Guerra Mundial.
A finales de marzo, el primer ministro indio, Narendra Modi, anunció un aislamiento total del país por 21 días para frenar la propagación del coronavirus, lo que implicó que 1.300 millones de personas se vieran obligadas a resguardarse en sus casas.
La visibilidad del Himalaya, sin embargo, no es la única postal insólita que generó la baja de circulación y el aislamiento de los seres humanos. Uno de los casos más conocidos fue el de Venecia , donde el agua de los canales se volvió transparente luego de que se redujera drásticamente el turismo y la circulación de las embarcaciones.