¿Quiénes fueron realmente los Reyes Magos? La explicación de Sathya Sai Baba


La ciudad de Sai Baba en el sur de la India, Prashanti Nilayam, se caracterizó por ser quizá la única del mundo en celebrar espiritualmente la Navidad junto a miles de personas de todas las religiones. Año tras año, Sai Baba fue revelando detalles no conocidos de la vida de Jesús (especialmente de los años de su juventud, que no están explicados en la Biblia) y lo mismo hizo con la figura de los “Reyes Magos”. No lo hacía para contar meras anécdotas, sino para explicar a su vez profundas enseñanzas espirituales. Presentamos un compilado de estas revelaciones:

Las existencias de las grandes personalidades son vividas con el fin de establecer el bienestar de la humanidad, la prosperidad y paz del mundo y la liberación individual de la esclavitud por los deseos y pasiones sensuales. Esto se comprueba en los extraños fenómenos que ocurren al momento de su advenimiento.

Se cree que cuando Cristo nació, hubo tales manifestaciones. El rey había ordenado un censo y cada uno tenía que registrarse en su propio pueblo. María y su esposo iban por el camino que llevaba a su pueblo natal. María estaba encinta y los dolores empezaron a mitad del camino y como no conocían a nadie en la aldea por donde pasaban, se refugiaron en un establo. José la acomodó en el espacio que había entre dos vacas y salió a medianoche en busca de alguna mujer que pudiera ayudarlo. Pero de pronto, oyó el grito del niño.

Y la historia dice, había una estrella en el cielo que cayó con una nueva luz, y esto guió a algunos tibetanos y a otros al lugar donde nació el Salvador. Esta historia es leída y tomada como cierta por muchos: aunque las estrellas no caen ni siquiera se deslizan tan súbitamente. Lo que la historia significa es esto. Había una enorme aura de esplendor que iluminaba el cielo por encima de la aldea donde nació Cristo. Eso significa que había nacido aquel que iba a vencer la oscuridad del mal y la ignorancia, el que iba a difundir la luz del amor en el corazón del hombre y en los dirigentes de la humanidad. La aparición del resplandor y de otros signos para anunciar la era que se ha iniciado son naturales cuando se presentan las encarnaciones en la Tierra. Jesús habría de hacer añicos la oscuridad que había envuelto al mundo y el aura de luz era una señal que anunciaba el acontecimiento. Los maestros llegan en respuesta a la plegaria del hombre, guíanos de la oscuridad hacia la luz.
-Del discurso del 23/12/71. Mensajes. VIII

Como la mayoría de los buscadores, él primero buscó a la Divinidad en el mundo objetivo, pero pronto se dio cuenta de que la naturaleza es un cuadro caleidoscópico creado por la propia imaginación, y buscó a Dios dentro de sí. Su estadía en los monasterios de los Himalayas, en Kashmir y otros centros de ascetismo e indagación filosófica de Oriente, expandió su conciencia. Después de regresar del Oriente, su afirmación de que era un mensajero de Dios cambió a la de que era el hijo de Dios.
-Del discurso de Navidad en Prashanti Nilayam 25/12/78. Mensajes X.

Los villancicos y las velas, las lecturas de la Biblia y las pastorelas no son suficientes para celebrar el nacimiento de Jesús. Él dijo que el pan comido en la última cena era su cuerpo y que el vino era su sangre. Quiso decir que todos los seres vivos con cuerpo y sangre debían ser tratados como él mismo y que no se hiciera ninguna distinción entre amigo o enemigo, nosotros y ellos. Todos son su cuerpo, sostenidos por el pan; cada gota de sangre que fluye en las venas de todo ser humano es suya, animada por la fuerza que el vino le infunde.
Esto quiere decir que todo hombre es Divino y tiene que ser venerado como tal.
Ustedes trabajan como mensajeros o siervos; después, ustedes adoran igual que un hijo adora a su padre y, finalmente, logran la sabiduría de que ustedes y Él son uno. Ése es el camino espiritual, y Jesús enseñó el camino en términos precisos. Desde el inicio de su vida anunció que había venido para iluminar el camino espiritual. Aún cuando era un capullo, emitía fragancia. Tenía la luz dentro de él; si no, ¿cómo podría una pequeña luciérnaga encender una lámpara?

-Del discurso de Navidad en Prashanti Nilayam, 25/12/78. Mensajes X.

El 25 de diciembre, cuando nació Jesús, llegaron tres reyes al lugar de su nacimiento. Cada uno de ellos expresó su visión acerca del niño que acababa de nacer. Uno de ellos, al ver al pequeño dijo: “Este niño amará a Dios”; el segundo rey dijo: “Dios amará a este niño”; el tercero declaró “En verdad este niño es Dios”. El primero vió al niño desde el punto de vista físico, el segundo, desde el punto de vista mental y el tercero tuvo una visión átmica o espiritual.
Estas tres declaraciones significan que podemos avanzar desde el nivel humano hasta el nivel divino; para ello es necesario destruir las cualidades bestiales y demoníacas que hay en el hombre. En la actualidad, el hombre adora ídolos e imágenes inanimados, pero no intenta amar a su prójimo, a los seres humanos de carne y hueso, éste fue el primer mensaje de Jesús, pero aunque no vea a su vecino todos los días, no lo ama, ¿cómo, entonces, podría creerse que alguien así ame a un Dios invisible? Si un hombre no puede amar a otro ser humano, que puede ver, ¿cómo podrá amar a alguien a quien ni siquiera ve? Esto es imposible. Sólo un hombre que ama a los seres vivos que lo rodean puede amar a lo Divino invisible. El amor empieza hacia los seres que tienen forma y luego se expande a todos los seres. Este es el primer nivel de la espiritualidad.
La espiritualidad no significa preocuparse por la meditación, la ceremonia de adoración, etc. No, la espiritualidad implica una extinción total de las inclinaciones irracionales y demoníacas que hay en el hombre, y la manifestación, por supuesto, de su divinidad inherente.

-Del discurso de Navidad de 1992.

La verdadera felicidad es aquella que está relacionada con el Atma. Ustedes no deberían temerle a las dificultades, ellas son nubes pasajeras. No titubeen, sigan al corazón, él es constante e invariable. La unidad de cabeza, corazón y mano es esencial para el hombre. Este es el verdadero significado que yace en la señal de la cruz de los Cristianos (aplausos) (Swami hizo el signo de la Santa Cruz para mostar como cubre el corazón, las manos y la cabeza). Instalen a Dios en sus corazones, contémplenlo a él y emprendan buenas acciones. Consideren cada actividad como un trabajo de Dios y actúen de acuerdo a él. Dar de comer a los pobres y distribuir ropa a los necesitados, no significa hacer Seva (servicio desinteresado), junto con esto uno debe cultivar amor, el cual es eterno. Desde el amanecer mismo hasta el ocaso, todas nuestras acciones deberían estar saturadas de amor.
-Del discurso de Navidad de 1998.

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