Las llamas alcanzaron una iglesia ubicada en el epicentro del incendio en Córdoba pero milagrosamente la imagen de la Virgen María no sufrió ni un rasguño, manteniéndose sin mácula alguna. Que sea de yeso poco importa, ya que el fuego intenso destruyó paredes enteras de ladrillo y cemento.
El hecho tuvo lugar en el Centro Mariano del Espíritu Santo, ubicado entre Ongamira y Quebrada de la Luna. Todo a su alrededor quedó reducido a ruinas y cenizas, pero la estatua permaneció intacta. El fotógrafo Ariel Luna, que realizaba un registro del desastre, fue quien capturó la impactante imagen.
“Íbamos buscando fuego y nos encontramos con esto. Apareció una marea naranja y pensamos que se trataba de una casa pero después vimos que era un santuario. Entro a sacar fotos en medio de todas las estructuras prendidas fuego, me doy vuelta y veo la Virgen totalmente blanca”, relató el fotógrafo en diálogo con El Doce de Córdoba.
El escenario era dantesco, pero la Virgen permanecía allí sin rastros del fuego: “Mientras sacaba las fotos los palos seguían cayendo. Mi compañero me dijo que saliera por que me iba a quemar así que tiré un par de fotos más y me fui”, recordó totalmente sorprendido por la situación de la que fue testigo.
Lo que más le llamó la atención, fue el estado impoluto de la imagen: “No tenía ni una marca, no estaba chamuscada, nada. Me dijeron que no se quemó porque es de yeso pero es increíble. Era una marea de fuego que en 10 segundos consumió todo”, reveló.
Luna está convencido de que se trató de algo excepcional. “Creo que no es casual haber sacado esa foto en medio de todo este desastre. Me enteré que hay gente que le reza a la imagen y que creen que se trata de un milagro”, concluyó.