El cristianismo celebra a María como Reina del Cielo y de la Tierra para recordar el rol clave de la Virgen, “para que brille a los ojos del mundo, una verdad capaz de traer remedio a sus males”. Este acto promulgó a María como una figura superior, por encima de todos los ángeles y los santos. Es así, que es considerada como poseedora del mayor poder de intercesión, por ser quien más cerca se encuentra de Cristo.
María fue elegida para ser Madre de Dios y ella, sin dudar un momento, aceptó con alegría. Por esta razón, alcanza tales alturas de gloria. Nadie se le puede comparar ni en virtud ni en méritos. A Ella le pertenece la corona del Cielo y de la Tierra.
María está sentada en el Cielo, coronada por toda la eternidad, en un trono junto a su Hijo.
En la encíclica “Ad Caeli Reginam” (A la Reina del Cielo), sobre la dignidad y realeza de María, Pío XII señalaba los siguiente: “Cristo, el nuevo Adán, es nuestro Rey no solo por ser Hijo de Dios, sino también por ser nuestro Redentor… Así, según una cierta analogía, puede igualmente afirmarse que la Beatísima Virgen es Reina, no solo por ser Madre de Dios, sino también por haber sido asociada cuál nueva Eva al nuevo Adán”. Por tanto, María es merecedora de este título por haber aceptado ser la Madre de Dios, una de las mayores virtudes de la fe.
Fue el Papa Pío XII quien instituyó en 1954 un día dedicado a celebrar a María como reina de todo lo creado.
“La devoción popular invoca a María como Reina. El Concilio, después de recordar la asunción de la Virgen «en cuerpo y alma a la gloria del cielo», explica que fue «elevada (…) por el Señor como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores (cf. Ap 19, 16) y vencedor del pecado y de la muerte», ha explicado por su parte Juan Pablo II en Lumen gentium.
“[María] es Reina precisamente amándonos y ayudándonos en todas nuestras necesidades, es nuestra hermana y sierva humilde», añadió Benedicto XVI en el día de María Reina del año 2012.
Cada 22 de agosto la Iglesia Católica celebra la memoria de “Santa María, Reina de los cielos y la tierra”.
Qué oración rezar para pedir la ayuda de Santa María Reina
Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito,
concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos.
Reina dignísima del mundo, María Virgen perpetua,
intercede por nuestra paz y salud, tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.