Un milagro atribuido a la intercesión del beato Carlo Acutis, el adolescente italiano que falleció a los 15 años y fue beatificado en 2020 en Asís, ha sido aprobado este 23 de mayo de 2024 como auténtico. Con este nuevo milagro, el joven que amó la difusión del Evangelio a través de Internet será proclamado santo.
Desde su beatificación en 2020, el adolescente Carlo Acutis convoca la atención de creyentes y buscadores espirituales.
Acutis fue enseguida celebrado como el primer beato “milenial” o nativo digital y por evangelizar y documentar milagros en internet, con aplicaciones o vídeos, a pesar de que creció en una familia no practicante.
Si bien tenía solo 15 años cuando partió a la Casa del Padre tras sufrir de leucemia, durante esos años cultivó una gran sabiduría fruto de su estrecha conexión con Jesús y la Virgen María, la que se reflejó en sus obras y palabras. En un Occidente cada día más falto de valores, Carlo Acutis dejó un modelo de vida de santidad para todos los jóvenes, una brújula espiritual para vidas en búsqueda de sentido.
“Estoy contento de morir porque he vivido mi vida sin malgastar ni un solo minuto de ella en cosas que no le gustan a Dios”, dijo al final de su vida.
Primer milagro
Una de las condiciones para subir a los altares, es el reconocimiento de dos milagros. En el caso de Carlo Acutis, el primero fue una curación de un niño brasileño. Padecía páncreas anular, una malformación congénita del páncreas. Aunque necesita una operación muy peligrosa, nunca se llevó a cabo, pues fue curado al ser bendecido con una reliquia de Carlo. Fue el 12 de octubre de 2010, la misma fecha en que falleció Carlo.
Segundo milagro
Entre los numerosos peregrinos que acuden a la tumba, el 8 de julio de 2022, un viernes, hay también una mujer, Liliana, de Costa Rica. Se arrodilla, reza y deja una carta, palabras de esperanza que envuelven la peor angustia de una madre. Seis días antes, el 2 de julio, su hija se cayó de la bicicleta por la noche cuando volvía a casa, en el centro de Florencia, donde la niña estudia desde 2018. Las noticias que llegan del hospital Careggi son de las que quiebran. Traumatismo craneoencefálico muy grave, operación de craneotomía, extirpación del hueso occipital derecho para aliviar la presión, esperanza de supervivencia casi nula.
Ese 2 de julio, la secretaria de Liliana comienza a rezar al Beato Carlos Acutis y el día 8 la propia Liliana se dirige a Asís. Ese mismo día, el hospital informa: Valeria ha reanudado espontáneamente la respiración, al día siguiente empieza a moverse de nuevo y habla parcialmente. A partir de entonces es uno de esos casos en los que los protocolos médicos pasan a un segundo plano. El 18 de julio, la tomografía computarizada muestra que la hemorragia ha desaparecido y el 11 de agosto la niña es trasladada a terapia de rehabilitación, pero después de sólo una semana está claro que la recuperación completa está a un paso. Y el 2 de septiembre, madre e hija vuelven a Asís, a la tumba de Carlos, para dar las gracias infinitas.
El Papa Francisco ha decidido convocar un Consistorio, — con fecha aún por determinar — en el que se canonizará a Carlo Acutis junto a los beatos Giuseppe Allamano, Marie-Léonie Paradis, y Elena Guerra.
“Es verdad que el mundo digital puede ponerte ante el riesgo del ensimismamiento, del aislamiento o del placer vacío. Pero no olvides que hay jóvenes que también en estos ámbitos son creativos y a veces geniales. Es lo que hacía el joven siervo de Dios Carlo Acutis”, sostuvo Francisco.
Según el comunicado, durante la audiencia concedida esta mañana al Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el Santo Padre lo autorizó a promulgar los decretos relativos a 2 beatos y 6 siervos de Dios, así como varias canonizaciones.
Entre ellos se encuentra Carlo Acutis, un adolescente que padeció leucemia y cuya sorprendente vida y amor por la Iglesia despertó interés en todo el mundo. El joven fue declarado Venerable en 2018 y Beato el 10 de octubre de 2020.
Carlo Acutis falleció el 12 de octubre de 2006 y fue enterrado en Asís, según su deseo, debido a su amor por San Francisco.
Compartimos algunas de sus frases y reflexiones para vivir de manera santa en este siglo XXI:
“Nuestra meta debe ser lo infinito, no lo finito. Lo infinito es nuestra patria. El cielo nos ha estado esperando desde siempre”.
“Todas las personas nacen como originales, pero muchas mueren como fotocopias”.
“¿De qué sirve ganar mil batallas si no puedes vencer tus propias pasiones? La verdadera batalla tiene lugar dentro de nosotros mismos”
“No temas, porque con la Encarnación de Jesús, la muerte se vuelve vida y no hay necesidad de escapar: en la vida eterna nos espera algo extraordinario”.
“Pide ayuda continuamente a tu ángel de la guarda. Tu ángel de la guarda tiene que volverse tu mejor amigo”.
“La vida es un regalo porque mientras estemos en este planeta, podemos incrementar nuestro nivel de amor”
“Sólo los que hagan la voluntad de Dios serán verdaderamente libres”
“Estar siempre unido a Jesús, ese es mi proyecto de vida”.
“Cuanto más recibamos la Eucaristía, más nos haremos semejantes a Jesús, de modo que en la tierra tendremos un anticipo del Cielo”.
“Hay gente que sufre mucho más que yo, ofrezco todo el sufrimiento que tendré que padecer por el Señor, por el Papa y por la Iglesia”.
“La felicidad es mirar hacia Dios, la tristeza es mirar hacia el ego”.
“No yo, sino Dios”.
“La santificación no es un proceso de suma, sino de resta. Menos yo para dejar espacio a Dios”.
“La conversión no es más que mover la mirada de abajo hacia arriba, un simple movimiento de los ojos es suficiente”.
“Lo único que debemos pedirle a Dios en oración es el deseo de ser santo”.
“Estoy feliz de morir, porque he vivido mi vida sin desperdiciar un minuto en las cosas que no agradan a Dios”.
“La Eucaristía es mi autopista hacia el Cielo”.
“El Rosario es la escalera más corta para subir al Cielo”.
“Después de la Santa Eucaristía, el Santo Rosario es el arma más poderosa para combatir al demonio”.
“¿Por qué a los hombres les preocupa tanto la belleza de su cuerpo y no les importa la belleza de su alma?”.
“Una vida es verdaderamente hermosa sólo si llegamos a amar a Dios por encima de todo y al prójimo como a nosotros mismos”.