Por Sathya Sai Baba
Hay muchas personas en este mundo que profesan ser teístas, devotos, yoguis y ascetas. Mas, ¿cuántos de entre ellos han entendido realmente el hecho de que el Dharma es la esencia de la Divinidad? Esto es lo que llama a dudas. Un gran número de personas piadosas emprenden peregrinaciones para visitar lugares sagrados y bañarse en ríos consagrados. Sin embargo, no vale de nada el hacer peregrinaciones si no se mejora el carácter. En lugar de perder tiempo y dinero visitando lugares sagrados, las personas debieran empeñarse en purificar su mente y aprehender la Divinidad que existe en la humanidad.
La juventud, en especial, habrá de recordar constantemente que la fuerza física, el dinero y la popularidad no duran para siempre. La fuerza del carácter será siempre superior al poder de la riqueza, que es la cosa más efímera en el mundo.
Vishwamitra realizó penitencias y adquirió estupendos poderes. Cegado por los poderes obtenidos de sus austeridades, desafió a Vasishta y sufrió la derrota y la humillación. Los Kauravas, que se sentían terriblemente orgullosos de su poder y riquezas, se lanzaron a la guerra en contra de los justos Pandavas, siendo completamente aniquilados. Su dinastía llegó a un final ignominioso, debido a que siguieron la senda de la iniquidad y lucharon en contra de los virtuosos Pandavas. También Ravana había adquirido poderes prodigiosos gracias a sus penitencias. Sin embargo, se volvió tiránico e inmoral y, por último, se destruyó a sí mismo. El Ramayana, el Mahabharata y el Bhagavata contienen historias de grandes héroes que murieron en circunstancias trágicas debido a su comportamiento inmoral y su conducta inicua.
Es por ello que cada individuo debiera comprender el significado del Dharma y seguir por esa senda. Durante la juventud, mientras la persona es fuerte y está mentalmente alerta, habrá de conquistar a los seis vicios del deseo, la ira, la avaricia, el apego, el orgullo y la envidia.
Por sobre todo, el joven habrá de lograr la confianza en sí mismo. La fe crea el Amor. El Amor crea la tolerancia y la compasión. De modo que la fe en ustedes mismos reviste una importancia primordial. Los estudiantes deben estar llenos de Amor y de compasión y, por esta vía, adquirir una gran fuerza moral y espiritual.
Fuente: Lluvias de verano Tomo 6 cap. 31 (1979)