Cristales de Poder – ¿Cómo limpiarlos y programarlos antes de usarlos por primera vez?

Generalmente cuando vamos a comprar Cristales para armonizarnos, protegernos o para ayudarnos a sintonizar la abundancia, la salud o el amor, no tenemos en cuenta que éstos vienen «cargados» con la energía de los lugares donde estuvieron y de las personas que los tocaron antes de llegar a nuestras manos. Para ello es preciso efectuar una limpieza energética y luego programarlos a través de la intención para que podamos trabajar con ellos efectivamente.

A continuación explicamos de manera detallada cómo hacer una limpieza y de qué modo se programan.

¡Tomen lápiz y papel!

¿Cómo Limpiar los Cristales?

La gran mayoría de los cristales (excepto los solubles o quebradizos) puede lavarse bajo el agua corriente, al tiempo que se intenciona que se retiren todas las energías negativas que éste pudiera traer consigo. También pueden colocarse en un recipiente con agua de mar o con agua y sal, preferentemente marina. La intención al hacerlo es la misma.

Luego se los coloca en un cuenco de vidrio transparente a la luz del sol o de la luna, durante algunas horas para que recarguen sus energías. Hay que tener especial cuidado de que no haga efecto lupa sobre cristales facetados y genere un foco de incendio, sobre todo en verano, cuando la incidencia del sol es más fuerte. Procurar que no haya nada inflamable alrededor que pudiera quemarse.

Los cristales quebradizos como la selenita pueden dejarse en sal marina toda la noche y luego limpiar las partículas con un pincel suave. Cuidado de que no queden en un ambiente muy húmedo para que no se disuelva y fije la sal al cristal. Otra forma de limpiarlos es pasándolos por el humo de un sahumerio o por la luz de una vela. Visualizarlos envueltos en luz violeta que los purifica y energiza es otro método eficiente.

A los cristales que hayan pertenecido a otro dueño y los recibimos de regalo o herencia, lo ideal es dejarlos sobre la tierra de una maceta o directamente sobre el suelo en un lugar resguardado al aire libre (patio interno, balcón, terraza) , durante 30 días y sus noches, sin tocarlos, completamente expuestos al sol, al los cambios lunares, a la lluvia y al viento. Esta es la manera más segura de limpiarlos y energizarlos completamente.

Las amatistas deberán cargarse a la luz de la luna, o en el día a la sombra sobre la tierra, porque la luz directa del sol puede alterar su color.

Todos los cristales necesitan ser limpiados y recargados luego de haber sido usados sobre el cuerpo. Y aquellos que estén destinados a la limpieza y a energizar lugares, deberán limpiarse y recargarse al menos una vez a la semana.

¿Cómo programar los cristales?

Una vez limpios los colocaremos entre nuestras manos de a uno por vez. Con los ojos cerrados o entreabiertos enfocaremos nuestra intención sobre ellos respirando de manera lenta, pausada y profunda. Teniendo en cuenta las características propias de cada cristal y sus funciones específicas, los irradiaremos con nuestra energía, visualizando una luz que sale desde el Chakra Ajna o Tercer Ojo, situado en el centro de la frente, y procurando sentir el flujo de energía entre nuestras manos y el cristal.

Tratándolos como seres evolucionados que están ofreciendo su servicio para colaborarnos, les pediremos con respeto y convicción que: «nos ayuden a… (acá se plasma la intención)» Ejemplo: sanar emociones, patrones de comportamiento, limpiarnos de bloqueos energéticos, armonizar nuestros chakras, recargar nuestra energía personal, darnos protección, sintonizarnos con la abundancia, el amor y las energías de luz para incrementar nuestra consciencia o ayudarnos en nuestra evolución espiritual, entre otras.

Cuando hayamos terminado de programarlos colocaremos los cristales a un lado, abriremos los ojos y daremos las gracias.

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¡¡¡Gracias!!!

Por: Silvina Farenzena

 

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